Mientras tanto, Celine había pasado la noche en casa del señor Emir, ya que Enzo consideró prudente no dejarla sola en la residencia. Aunque no estaba acostumbrada a ese lugar, agradeció la atención y amabilidad de los empleados, quienes se habían mostrado muy atentos con ella.Cuando los primeros rayos de sol inundaron la habitación, Celine se despertó y se dirigió al comedor, esperando la llegada de Enzo y su padre. Enzo le había informado que su padre había sido dado de alta y que pronto estarían de regreso en casa.Sentada en el sofá de la sala, contemplaba el hermoso árbol de cerezo en el jardín cuando, de repente, el timbre sonó. Supuso que serían Enzo y su padre, pero para su sorpresa, se encontró con la inesperada visita de los Mccartney, quienes habían sido informados de lo sucedido.—Buenos días, señorita. ¿Cómo se encuentra Emir? ¿Está estable? —preguntó Bastián al entrar en la sala.A su lado, Jake permanecía en silencio, dedicando una mirada que hizo sentir incómoda a Cel
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