—Si eso es lo que quieres Claudia, está bien —dijo Andrew con una voz que trataba de ser calmada, aunque transmitía una tensión palpable—, pero aunque no quieras dormir conmigo en la misma cama, tendremos que hacerlo aquí en mi habitación, porque estoy decido a demostrarle a mi madre que nuestra relación es real… solo voy a pedirte que finjas, mientras ella esté. Tú dormirás en la cama, y yo me acomodaré en el sofá.La mirada de Claudia se desvió, porque la sola idea de estar a solas con él le provocaba inquietud, deseo, eran tantas las emociones que la abrumaban, que no tenía idea cómo reaccionar, prefirió mirar hacia la ventana, donde el cielo nocturno parecía un manto demasiado pesado sobre sus hombros. —Pero ahora necesito que después de ducharte bajes y pongas tu mejor cara y hagas tu mayor esfuerzo —, añadió antes de salir, cerrando la puerta con suavidad.Claudia entró a ducharse, dejó que el agua caliente borrase las huellas del día, aunque las sombras dentro de ella se negab
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