Capítulo 31¡Cuiden a Manuela!Luis la tomo de la mano, y la condujo apresuradamente hacia su habitación del hotel. Al llegar allí llevo hasta el sofá que estaba más cerca y se sentó a su lado. Acto seguido paso una mano por su espalda, la atrajo hacia él, apretándola contra su cuerpo y volviéndola a besar en los labios con intensidad, sin estar presente su delicadeza acostumbrada, incluso más bien era muy rudo, no había nada cariñoso en sus besos. él después solo se separó un poco y le hablo casi sobre sus labios— ¡Te extrañé hermosa! ¡No sabes cuánto! ¡Jamás nos habíamos separado tanto tiempo desde que nos hicimos novios! — al terminar sus palabras comenzó a besarla de nuevo desesperado, hambriento y rudo, el hombre de verdad estaba deseoso y visiblemente excitado.Ella se apartó rechazándolo—¡Controlate! ¡Pensé que íbamos a hablar y aclarar las cosas!—Es cierto, hermosa, mía, disculpa mi ansiedad, estoy emocionado de volverte a ver, ayer me sentí tan triste, no sé por qué pensé qu
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