MÍALas cosas no siempre funcionan como pensaba, eso lo supe desde qué era una niña. Toda mi vida, nunca he tenido algo a lo que llamar como mío, hasta ahora, que estoy embarazada, desciendo mi mirada hacia mi vientre aún plano, saber que en este espacio tan pequeño, está siendo ocupado por alguien, parece demasiado irreal. Miro a mi alrededor, no me gustan los hospitales, después de que Portia volviera a dar su vida por salvar la de Basil, vinimos hasta aquí, a uno de los mejores hospitales privados en Rusia, aun recuerdo que hace dos horas llegó acelerado, con los ojos casi desorbitados y el miedo palpable en su sistema, exudando rabia y hablando con desesperación para que atendieran a Portia. Todo el tiempo la cargó en brazos, no hubo un solo momento en el que se acordara de mí, más que solo para decirle a Akin, que estuviera pendiente de mí, que no se despegara de mí en un solo momento y que lo siguiéramos, fue todo.Ni una sola mirada, una palabra, nada, ni porque estoy esperan
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