La primera misión, es interrogar a Roberto, antes de entregarlo a las autoridades. Ya habían perdido el tiempo con eso, por un último deseo de su abuelo, pero lamentablemente, no había más solución además de involucrarlos. Entraron en la pequeña habitación, y ahí estaba Roberto, con las manos atadas, caminando de un lado a otro, como un animal enjaulado. Apenas los vio entrar, se apresuró a llegar a ellos, pero los hombres lo detuvieron. — ¿Qué sabes? — Esa fue la primera pregunta de Leandro, mientras miraba a su sobrino y en lo que se había convertido —. Entiendes que mi hijo tiene apenas horas de nacido, y puede estar en peligro. — Lo sé, pero tío… — Leandro, mi nombre es Leandro, y para ti soy señor Belmont — interrumpió. Ahora, deja de perder el tiempo, y dime todo lo que sabes. — ¿Por qué nos haces esto? — cuestionó Jazmín, intentando mantenerse fuerte. — Solo intentábamos hacerte daño a ti — confesó finalmente, mirando a su tío —, de ese modo ella estaría vulnerable y podrí
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