— Le pido, señora Jhonson, que no vuelva a golpear a mi prometida —Elianna estaba sorprendida; Caleb Auritz acababa de defenderla, y su repentina llegada la había tomaba por sorpresa. Zafándose del agarre de aquel hombre, Elena Jhonson lo miró con evidente molestia.—Señor Auritz, usted puede ser el futuro esposo de Elianna, pero yo soy su madre, y esta conducta que está mostrando es francamente algo inaceptable, ustedes aún no están casados y el hecho de que visite el departamento de mi hija por las noches, es inaudito; los placeres del cuerpo únicamente deberían de disfrutarlos después del matrimonio, ella es una Jhonson, y no puede comportarse como una ramera, además…—Le aseguro, señora Jhonson, que yo jamás he puesto una mano sobre Elianna, ella es una mujer seria, de valores íntegros, y que se ha dado a respetar con fiereza, así que le exijo que deje de insultarla, Elianna es una dama que se merece todo mi respeto y tambien el suyo, la he visitado para ver asuntos relacionados
Leer más