Era obvio que Hilario no quería hablar con ella de ese tema.—Sobre el acuerdo del divorcio...—¿Podemos no hablar del divorcio ahora? Además, tengo tres meses para hacerte cambiar de opinión.—¿Y qué?Eliana se sorprendió. Era la primera vez que oía a su marido retenerla de esa manera. Si hubiera sido hacía cinco años, se habría emocionado hasta las lágrimas. Pero, en ese momento, no le importaba en absoluto la emoción del hombre.—Eliana, te quiero. Por favor, créeme. Sólo tres meses. Puedo demostrarte mi amor. Si después de tres meses, todavía quieres divorciarte de mí, entonces respetaré tu elección.—¡Ridículo! Yo no soy Deva, la que puede tolerar todos tus errores. ¡Será mejor que le digas estas palabras a mi hermana!—Deva no es mi amante. Yo no la amo. Sé que te cuesta perdonarme, pero por favor, dame una oportunidad, aunque sea la última.Eliana examinó por un momento e hizo la pregunta que siempre había querido hacer.—Si Deva no es tu amante. Entonces, ¿por qué siempre tiene

Hace muchos años, fallecieron los padres de Hilario. Después del funeral, el hijo se negó a irse y se arrodilló frente a la lápida de sus padres, llorando hasta que se le secaron las lágrimas. Luego, se puso muy enfermo, pero en lugar de recibir tratamiento, se encerró en su dormitorio.Al enterarse de que las tendencias suicidas de Hilario, Guillermo, el padre de Eliana, fue a persuadirle para que volviera a vivir, pero fue en vano. A Eliana, que entonces solo tenía 14 años, se le ocurrió una idea.Ella se puso una máscara de conejita y, vestida como la conejita mágica, acudió a la puerta de Hilario y le dijo que era una mensajera enviada por sus padres desde el cielo. Todos los días siguientes, Eliana le cantó, le contó cuentos y le animó a salir de su habitación confiando en que Hilario se recuperaría. Una mañana, Hilario abrió la puerta, vio a la chica de la máscara de conejo, sonrió y dijo:—Gracias por estar a mi lado. Sin ti, podría haber muerto. Gracias por salvarme.Eliana qu

—Si te refieres a la operación de hace 5 años, la verdad es que en ese momento no sabía que estabas embarazada y que tú y tu hermana teníais la misma enfermedad genética familiar. No era consciente de que la operación te causaría tanto daño. Lo siento mucho. Ahora puedes pedirme lo que quieras, excepto el divorcio.—¿No dijiste que no querías hablar de divorcio? Y no estoy hablando de eso... Olvídalo. Mejor debemos encontrar una forma de que otros nos descubran aquí.La respuesta de Hilario hizo que Eliana se decepcionara completamente de él. Parecía que si quería salvar a su hijo, no podía buscar la ayuda de este hipócrita.Mientras tanto, Roberto recibió una llamada del gerente—Señor, he averiguado que el dueño del coche negro es residente de la isla. Debe conocer bien el terreno de aquí.—¿Y qué más?—Se dirigió hacia la fábrica.Media hora más tarde, Roberto llegó a la entrada de la fábrica donde estaba aparcado el coche negro. Entró con cuidado en la fábrica y vio a Victoria atad

—¿Cuánto tiempo llevamos esperando?—No lo sé. Mi móvil también está sin batería —dijo Hilario al ver la mirada ansiosa de Eliana—. Quizás este agujero está bien escondido. Tengo una idea. Puedo ponerte encima de mis hombros para ver si puedes escalar hacia arriba.—No hace falta. Esperemos tranquilos. Tal vez ellos estén por venir pronto.h—Puedes salir primero, ir a buscarlos y luego volver para salvarme.—No es necesario.—Si sales, puedes salvar a Victoria más rápido.—Bien.Hilario se agachó y dejó que Eliana se subiera a sus hombros.—Ten cuidado. Voy a levantarme.Eliana era tan ligera que el hombre la levantó con facilidad. Las manos de ella apenas tocaron el suelo. Intentó pisar una piedra para subir, pero resbaló y volvió a caer. Hilario retrocedió inmediatamente para sostenerla, protegiéndole la cabeza y el cuello con las manos.—¿Estás bien?—Sí, estoy bien. Gracias.Hilario sintió que quizás se había fracturado el brazo, pero sabía que era el peor momento para decirlo. El

—Señor Morales, gracias por salvarme.—De nada. Poder salvarte es un honor para mí —dijo Roberto con una sonrisa, luego giró la cabeza hacia Hilario y se burló—. Hilario, no esperaba que tú también cayeras en el agujero.—Si hubieras llegado antes, no habríamos esperado tanto en el agujero.Los dos hombres empezaron a discutir de nuevo, y Eliana no pudo aguantar aquella conversación infantil, así que se levantó para marcharse. De repente, se le ocurrió algo y le dijo a Hilario:—Por mi culpa te has fracturado el brazo. Yo me haré cargo de los gastos médicos.—No hace falta.—Tengo que pagar, con cierto cargo de conciencia.—Bien.Al principio, fue porque Eliana no quería ver a estos dos hombres que ella y su asistente fueron a la zona de desarrollo antes de tiempo, pero al final fueron estos dos hombres quienes la salvaron.Eliana volvió a su habitación, estaba exhausta, pero ahora no era el momento de descansar. La muerte de Joann y el secuestro afectarían gravemente el avance del pr

A la mañana siguiente, la policía regresó y anunció que Joann Molina fue la autora intelectual del secuestro y que se suicidó por miedo a las consecuencias de su plan descubierto. Este incidente tuvo un gran impacto en la vida cotidiana de los residentes locales y en el proyecto de desarrollo de la isla. Al final, después de que Hilario y Roberto se conversaran, ambos decidieron por unanimidad suspender el proyecto. Por la tarde, todos regresaron al continente.El barco acababa de atracar en el muelle cuando un grupo de periodistas se acercaron y preguntaron:—Señor Lucero, ¿cree que el caso afectará al proyecto en la isla?—Señor Morales, ¿va a poner fin a su cooperación con la empresa del señor Lucero debido al caso?—Señora Lucero, he oído que la fallecida tuvo conflictos con usted antes de morir. ¿Tiene algo que ver con su muerte?Ante las preguntas, los tres guardaron silencio. Hilario incluso se puso delante de Eliana, protegiéndola de los frenéticos reporteros.—Señora Lucero, ¿

Eliana estaba acostada en la cama, mirando fijamente el techo blanco. Todavía no creía que Joann se hubiera suicidado: «Su muerte tiene que estar relacionada con Deva. Si fue Deva quien mató a Joann, y luego se confabuló con Daniel para mentir juntos y disfrazar la escena del crimen como si Joann se hubiera suicidado, todo tendría sentido. Deva, incluso si hubiera matado a alguien, no mostraría ningún nerviosismo ni inquietud. Después de todo, es una mujer fría, una mentirosa.»Mientras tanto, Deva había vuelto a su casa, donde se tumbó en el sofá quejándose con Rosa:—¡Todo era culpa de Joann! Si no se hubiera equivocado de persona, Eliana estaría muerta. ¡Joann se merecía morir por ser una perra tan estúpida!—¿Agua o té? —preguntó Rosa.—Té, gracias. Encontramos a dos aldeanos robustos en la isla para que fingieran ser empleados de la empresa, pero no me di cuenta de que ni siquiera podían someter a dos mujeres. ¿Puedes creerlo? ¡Confundieron a Eliana con su asistente! Y la tonta in

—Sin duda —asintió Rosa con gestos de cabeza—. Este niño es hijo de Hilario. Parece que tu hermana no regresó simplemente por venganza.—Entonces, ¿qué hacemos? No podemos dejar que Hilario sepa que tiene un hijo, de ninguna manera. —dijo Deva ansiosamente, agarrando la muñeca de Rosa.—No te asustes. Aún necesito tiempo para investigar más sobre ese niño. Una vez que lo sepamos todo, podremos desarrollar un plan adecuado.—Rosa, confío en ti.—No te preocupes. Cualquier cosa que quieras hacer, puedo ayudarte a lograrlo.Rosa acarició suavemente la cabeza de Deva. Las dos tenían intereses comunes. Siempre y cuando Deva pudiera convertirse en la esposa de Hilario, Rosa podría disfrutar de toda la gloria y la riqueza.—Rosa, amo mucho a Hilario. Ya he sacrificado tanto por él, e incluso he matado a Joann. ¡Tiene que divorciarse de Eliana!—Lo hará. Eliana nunca le ha contado a nadie que tiene un hijo, ni siquiera a Hilario. Parece que ella oculta más secretos sobre este niño. Podemos usa

—Sé que Joann fue invitada a la isla por Deva. Pero eso no prueba que tu hermana tuviera algo que ver con lo que Joann hizo. No conozco a Joann, pero estoy seguro de que Deva no sería capaz de matar a nadie.—Conozco a mi hermana mejor que tú. Parece que estás muy agradecido con ella, tanto que no quieres admitir que ella es sospechosa. Si me hubieras creído hace cinco años como la crees ahora, no te odiaría tanto. No parece que quieras cambiar. Nos divorciaremos en tres meses.—Si hay pruebas que señalen a Deva como la asesina, no la protegeré. Solo con pruebas.—¿Pruebas —se burló Eliana—? En aquel momento no tenías pruebas de que fui yo quien hizo desaparecer a Deva. Pero aun así, me culpaste de todo. ¿Lo has olvidado? Las supuestas pruebas no son más que disfraces de favoritismo. ¿Aún no aceptas que la persona que amas es Deva?—Es cierto que fui demasiado frío. Fue mi indiferencia y violencia lo que creó la situación en la que estamos hoy. Eliana, lo siento mucho.—No me pidas dis

—¡Dime! ¿Qué demonios ha pasado?Al ver que la mujer no quería contestar, Hilario la agarró con fuerza del brazo.—Dime, ¿quién te ha llamado?—Asunto privado. No tiene nada que ver contigo. Suéltame.Eliana se zafó de la mano del hombre y corrió a su habitación. Una vez cerrada la puerta, llamó inmediatamente a su asistente:—Me voy a Estados Unidos. Reserva un vuelo para mí, ¡lo antes posible!—Entiendo.Hilario, parado afuera de la puerta, escuchó lo que dijo y se sintió desconcertado: «¿Estados Unidos? ¿Para qué va a ir a Estados Unidos?»Un momento después, Eliana abrió la puerta con su maleta.—¿Por qué vas a Estados Unidos? ¿Tu padre está allí?La mujer no respondió a su pregunta y salió directamente.—Acabas de ser secuestrada. ¡No es seguro salir ahora! Si te vas a Estados Unidos, me iré contigo.—Es un asunto privado.—Dame una razón que pueda aceptar. ¿No me prometiste quedarte conmigo durante tres meses? ¿Lo has olvidado? ¿Vas a romper la promesa?—No tengo ninguna razón.E