—Sé que Joann fue invitada a la isla por Deva. Pero eso no prueba que tu hermana tuviera algo que ver con lo que Joann hizo. No conozco a Joann, pero estoy seguro de que Deva no sería capaz de matar a nadie.

—Conozco a mi hermana mejor que tú. Parece que estás muy agradecido con ella, tanto que no quieres admitir que ella es sospechosa. Si me hubieras creído hace cinco años como la crees ahora, no te odiaría tanto. No parece que quieras cambiar. Nos divorciaremos en tres meses.

—Si hay pruebas que señalen a Deva como la asesina, no la protegeré. Solo con pruebas.

—¿Pruebas —se burló Eliana—? En aquel momento no tenías pruebas de que fui yo quien hizo desaparecer a Deva. Pero aun así, me culpaste de todo. ¿Lo has olvidado? Las supuestas pruebas no son más que disfraces de favoritismo. ¿Aún no aceptas que la persona que amas es Deva?

—Es cierto que fui demasiado frío. Fue mi indiferencia y violencia lo que creó la situación en la que estamos hoy. Eliana, lo siento mucho.

—No me pidas dis