Tessa camino con cuidado, el piso estaba algo resbaloso, así que mantuvo la mirada sobre el suelo para no caerse hasta que recordó en donde había visto al chico, aún había sangre y también había pelo de un animal.Tessa se acercó a una de las más del árbol en donde había quedado incrustado un mechón grande, casi como si fuera una bola de pelos de un gato, solo que este pelo no parecía exactamente el de un gato ni mucho menos el de un perro, sino que cada pelo tenia un grosor ancho, casi parecía ser como el de las cerdas de una escoba, muy grueso y duro para ser el de un animal común, quizás de no intuir de que se trataba, ella habría jurado qué eran las espinas de un puercoespín, pero ella sabía que era el de un lobo gigante.Tomo el mechón de pelo y lo guardo en uno de los bolsillo de la mochila, no sabia si aquello serviría de prueba, pero quería llevarla consigo para tener algo que comprobará qué no estaba siguiendo la huellas de un fantasma, sino un animal, quizás alguna especie a
Leer más