—¿Qué haces aquí?, ¿no puedes vivir sin mí? —pregunto con una sonrisa maliciosa en mi rostro. —Ja, ja, ja, cualquier persona como yo podría vivir sin alguien insignificante como tú, niña, vine porque es el pub de mi amigo de toda la vida, mi querido Alejandro Miller. —¡Ay, qué lástima!, mi suegro no está aquí, así que ni modo, tendrás que devolverte por donde viniste. —No te preocupes, ya me di cuenta de que él no está aquí; sin embargo, tengo todo el derecho de venir, más si su hijo está aquí. —Se atreve a mencionar a Alexander y siento que corre fuego por mis venas. —Alexander no está aquí. —Lo sé, ahora no está porque se acaba de ir; me lo encontré al entrar y me recibió con un cálido beso de sus hermosos labios en mi mejilla. «Tranquilízate Abril, solo te está provocando…» —No me digas —sonrío. —Pues como lo oyes; tal y como te lo dije, no tuvo que pasar mucho tiempo para que él reaccionara y empezara a ser más amable conmigo, y sé que en menos de lo que tú crees, m
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