Estoy nerviosa porque creo que en cualquier momento se abalanzará sobre mí para besarme, o al menos eso es lo que yo quiero… —¿Qué es lo que no podrás resistir más? —Tu cercanía, siento que así no puedo, eres mi debilidad, Abril. —Bueno, en ese caso creo que estamos a mano. —¿Puedo saber por qué me echaste anoche? —No sé qué me pasó, por un momento creí que estaba mal lo que hacíamos. —Es mi culpa, yo lo empecé todo. —Pero yo accedí. —No volverá a pasar, lo prometo. «¡Carajo no…!, no digas eso.» —Hoy estás cumpliendo años, ¿verdad? —Prefiero cambiar el tema o terminaré rogándole que lo vuelva a hacer… —Sí, ¿quién te lo dijo? —Tu hermana, tengo algo preparado para ti, ¿te gustaría quedarte conmigo toda la tarde? —Me encantaría. —Bueno, que así sea entonces, ¿qué te parece si preparamos la torta juntos? —Sí, suena muy bien, hace mucho tiempo no hago tortas. —Entonces iré a lavar los platos. —Yo te ayudo. — ¡No!, eres el cumpleañero y vas a dejar que te consienta, no tie
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