Con ese beso, Dominic terminó de confundir aún más tanto sus sentimientos, como los sentimientos de Anastasia. Ambos se encontraban nadando en un mar de emociones confundidas del que no sabrían como dejar de nadar en él. Al final del beso, a pesar de que la situación para ellos estaba volviéndose incómoda, no porque estuvieran juntos, sino más bien, porque ambos no sabían en qué iba a terminar su relación, Anastasia fue quien, por esta ocasión, decidió tomar la iniciativa, y sosteniendo con una sola mano la taza de chocolate caliente que ya no estaba tan caliente, ella guio sus brazos hasta el cuello de Dominic y decidió abrazarlo. Dominic no pudo evitar sentirse nervioso, tímido y sorprendido por lo que Anastasia hacía. Él hubiera esperado a que ella le hubiera molestado porque, de nuevo, él la había besado, pero no, Anastasia no estaba molesta, todo lo contrario, ella había ido a casa de Dominic porque quería confesarle sus sentimientos hacia él, hablar con el del tema del be
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