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Todos los capítulos de Es mejor alejarnos: Capítulo 41 - Capítulo 50
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Capítulo 41 - Nacimiento de Eduardo José
Dos meses habían pasado y no había salido de la clínica, hoy Benjamín me iba a hacer una ecografía para mirar la placenta que no quiso subir, Eduardo José seguía creciendo, ya tenía permiso de hacer mis necesidades en el baño, pero siempre que permanezco más de una hora levantada comienzo a manchar por lo grande que estaba mi bebé, y eso hacía que su cuerpo presionara la placenta y por ende provenía el manchado.He tenido sangrado en ocasiones. Seguía sin saber de José Eduardo, Alejo y César me visitaron una vez regresaron y los llené a preguntas, me dijeron que alejó de todo, trabajaba mucho en el viñedo, no quería saber nada. En la casa donde vivía, aunque era muy bonita, era rústica, Alejo le puso la casa Picapiedra, tenía gas, agua, luz y cero tecnologías, no había teléfono, internet, ni televisor. Salía muy temprano a trabajar, se preparaba su propia comida, almorzaba donde trabajaba, tenía varios portarretratos míos, pero no quiso saber nada de mí y eso me dolía mucho.—¿Mira qu
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Capítulo 42 - Una extraña sensación por verla
No podía dormir y todo el día lo había pasado con una extraña sensación. Ya estamos en junio, en dos meses debía de nacer el bebé, y era tiempo de programar viaje en esa fecha, o ¿espero a que ella me llame?, para eso debía de encender el celular... ¡Mierda!, no sé qué tenía, no venía al caso intentar dormir. ¡Qué amanezca pronto! Apenas salió el sol llegué a la casona, hoy teníamos otro evento, cada ocho días estamos asistiendo a uno.—Buenos días, hijo.—Hola, tío.—¡Qué milagro que desayunarás conmigo!—No tengo nada en la nevera. —sonrió.—Mañana llega tu madre con su hermana.—¿Viene con tía Elsa?Hace un mes mi madre me llamó e hicimos las paces, seguía molesta, lo único que dijo referente a Patricia era que iba a tomar el consejo de tía Elsa. Conmigo aplicaría la misma ley usada para con la situación de Alejo. Lo apoyó, pero lo dejó estrellarse contra el mundo. Era la segunda persona que me decía algo referente a no decirme nada y eso me dejaba peor la cabeza. Luego no podía qu
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Capítulo 43 - Cantando la tabla
Mi tío abuelo esperaba que hablara, no era mucho lo que solía decir mi abuelo al respecto.—Solo decía que fuiste el descarriado de los hermanos Villalobos.—En parte, sabes de mi pasado militar, por un tiempo trabajé en el departamento de inteligencia. Conocí a mi esposa en un bar, era la bailarina exótica de un burdel. —Alcé una de mis cejas… ¿Ese era el pasado de la tía abuela? Él me analizaba—. Después de cinco cogidas le propuse que se saliera de ese mundo si me creía suficiente para ella. —Eso nunca lo supe.» Yo te veo hijo y en algunos aspectos me reflejo en ti, pasó una semana y Carlota llegó a mi complejo militar aceptando la propuesta, le dije; solo le pedía fidelidad. Ella me confesó que no podía tener hijos porque se había operado. Hijo, no sabes lo gratificante que se siente un hombre al saber que su verga fue suficiente para sacar a una mujer acostumbrada a vivir en ese mundo.» José Eduardo, este es un concepto personal, muy seguro, muchos lo hayan vivido y comprobé un
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Capítulo 44 - Sanando el alma
Nos quedamos callados y luego se dirigió a la puerta.—Busca la verdad a través de sus personas allegadas, luego búscala de sus labios, eso sí. Es preferible que llegues tarde, pero seguro de que te quedarás y sobre la verdad construirán de nuevo o la escucharás para cerrar un ciclo y jamás en la vida volver con ella a expensas de un hijo en común.» No importa la decisión que tomes, solo hazla con el corazón en la mano, con la certeza de ser feliz con la decisión tomada, piensa en ti en el tema de felicidad. Tu hijo lo agradecerá, es mejor una buena relación entre padres, los cuales no viven juntos a una pelea de perros diaria donde se faltan el respeto y no podrías enseñarle a tu hijo los valores esenciales.—Tío…—Piénsalo, analízalo y luego me preguntas. Ahora descansa, mañana llega tu madre y su hermana. —¿Por qué nunca te volviste a casar? —había tomado el pomo de la puerta.—Soy exigente con las mujeres en el tema de su carácter, por eso me llamó la atención Bárbara, aunque f
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Capítulo 45 - Conociendo a sus nietos
La madre del hombre al que amo también tenía sus lagrimones.—Jamás, jamás le he faltado a José Eduardo. —Fue lo primero que dije—. El hombre con quien me encontró era quien me amenazaba con contarle a su hijo mi pasado. Por eso llamé César y él dijo que era momento de capturarlo. Me sugirió ir a ese lugar y así poder meterlo preso por extorsión.» Si José Eduardo se hubiera quedado medio minuto más habría visto el operativo con la policía, David y César me ayudaron. Están las cámaras y puedo demostrarlo. —La señora acarició mi cabello—. Jamás le conté a César, cuando pasó lo del secuestro él interceptó todos los teléfonos de las personas allegadas, por eso se dio cuenta lo de las amenazas.» Mil veces me aconsejó de contarle a mi esposo, pero por miedo no lo hice. Y con respecto a David, al momento de llamar a César, se encontraba con él, realmente él fue el que buscó a los policías y a sus contactos para ejecutar la acción más rápido, todo fue ocasional, aunque David lo sabía desde
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Capítulo 46 - La llegada de mi madre y tía
Me molestó que mi madre aplazara por unos días más su viaje, en ese entonces quería verla y sobre todo abrazarla, no quedamos bien la última vez. Pero eso ya había pasado, ahora me encontraba en el aeropuerto esperando a su llegada. Durante estos días, los cuales fueron un poco más de una semana, lo había pasado pensando mucho.Y por seguir el consejo del tío solo sirvió para enamorarme más de Patricia, cuando solo deseo odiarla. Era cierto que aparte de su pensamiento distante, en algunos momentos supongo que preocupada por su amante o en su pasado era lo único que empañaba la relación, del resto fue hermosa.Espero con mi madre revoloteando por la casa no me dará tiempo de torturarme la mente con el recuerdo y más con este sentir de revuelo, el cual tengo en el pecho desde hace más de una semana. He pensado tanto en ella, el tío dijo mucha verdad. «Cambiar el chip». Entender que esos trescientos hombres le enseñaron para culearme como lo hacía… eso me atormentaba… ¡Maldita sea! Lo ú
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Capítulo 47 - Un giro para mis tíos – parte 1
—¡Efraín!Mamá llegó como caída del cielo, se abrazaron, desconocedora de lo que acababa de pasar, jaló a mi tía Elsa para presentarla toda emocionada y ahí confirmé que la intención de emparentarlos también era de ella.» Te presento a mi hermana adorada. De quien te he hablado mucho.—Si ya tuve el placer de conocerlo. —respondió la vieja Elsa.—Un placer tenerlas aquí. Se encuentran en su casa y si me disculpan debo hablar con José Eduardo para verificar los barriles para entregar a la empacadora. —Eso lo hicimos ayer, pero comprendí, estaba en aprietos.—Mamá sigue mostrándole el lugar a tía Elsa. —lo vi inclinarse, lo seguí. Al ingresar al despacho cerré la puerta—. ¿Qué fue eso tío?—¡La cagada del año! —Se dio un golpe en la frente—. ¿Acaso tu tía tiene oídos de paloma? —solté la carcajada, ese animal era considerado uno de los que mejores sistemas auditivos tenían—. Y que fue eso de; ¿no me bastó con la mujer que le pagué para satisfacer mis instintos carnales?—Tío, nosotros
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Capítulo 48 - Un giro para mis tíos – parte 2
Me sentía alegre. No podría decir la razón, pero lo que dijo la tía anoche mientras les enseñábamos a catar el vino volvió a mí, en ese momento el tío hablaba algo muy interesante con mamá y ella le mostraba algo de su celular y dijo:—Hijo, me alegra que te estés tomando el tiempo como debe ser. En soledad, meterte con otra mujer no ayudaría en nada, hazlo cuando puedas volver a ver a Patricia a la cara y si no te mueve el piso puedes ofrecerle algo sincero a la que venga. Solo te pido qué hagas una cosa aparte de quitarte esa barba. Y es poner de tu parte, escucha los consejos que estos viejos te den, todo ser humano tiene una historia de vida que le marcó un antes y un después, muchos pueden tomar el camino de la perdición, otros el del perdón. » No te quedes odiando a Patricia, por tu bien perdónala, si yo no hubiera perdonado al padre de Alejo. Estaría ahora vieja y arrugada, rencorosa y envidiosa. Nada de esos sentimientos debemos de tenerlo en el alma. Te pongo un ejemplo más
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Capítulo 49 - Mi hijo ya tiene tres meses
Tener dos hijos con tan poca diferencia era una proeza. Adicional, mantener arreglada una casa, tener un trabajo por el cual responder y en mi caso dos trabajos habían hecho de mí una mujer diferente. Era cierto que por la fundación no me querían ver hasta que no haya cumplido mi licencia de maternidad, por eso estaba sacando adelante la empresa de jardines, hace un mes David se tomó el tiempo para hacerle una página web sencilla y desde su nuevo lugar de trabajo en Jamaica me la envió.Por lo que le había escuchado a Virginia y a Fernanda harán hoteles en todas las islas turísticas del Caribe. Hace cinco meses él se radicó en ese lugar. La inauguración del nuevo hotel en Cancún fue hace mes y medio. Me invitaron, pero todos entendieron que no podía, Eduardo José estaba muy pequeño. Y ahora mi bebé iba a cumplir tres meses de nacido, parecía un bodoquito, ni parece sietemesino.María Paula estaba con ganas de querer caminar y nada que arrancaba. Mi suegro todos los días cenaba en mi c
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Capítulo 50 - Él no va a morir
Con la llegada de mi tía y mi madre, se me olvidó mandar a arreglar el celular. ¡Vaya manía la mía para olvidar las cosas! «Pero olvidas lo que te conviene, ¿por qué no olvidas el pasado de Patricia?» Me dijo un día el tío. Por eso en la mañana cuando salimos a la capital para averiguar y comprar las máquinas dañadas se lo entregué al ingeniero que iba conmigo para que lo arreglara mientras íbamos y regresábamos.—Don José.—Dime, Manuel. —Ese era nuestro administrador.—Si se hace el convenio con la compra de las otras tierras que colindan con la viña, eso nos dará más materia prima en la cosecha, debería de comprar la nueva máquina más grande o dos para poder triturar y despalillar antes que la uva se dañe.—Veamos que nos encontramos en la fábrica, esperemos a ver el catálogo del vendedor.Llegamos a la fábrica, íbamos a comprar una gran máquina, el dueño era un señor bastante carismático, ya eran las seis de la tarde, si no salimos ya, llegaríamos muy tarde y estaba cansado. Firma
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