Capítulo XXII. La segunda causa que cambia un destino. Parte 2.
Hanna. - “No, no me quejaré de que al final no trajeras a Charlot esta noche, esta preciosidad me gusta más, Josep, con ese cuerpo, y esos ojos, me lo pasaré bien”- oí que decían, entre nebulosas, uno de esos asquerosos hombres, mientras yo luchaba, sin poder evitar que mi cabeza y mi cuerpo cayera hacia atrás, siendo atraído por el cuerpo del hijo puta de Collins, el maldito me había drogado, en algún momento. - “Recordar es mía primero, luego cuando acabe, os llamaré, y nos iremos turnando, el ultimo que no olvide darle la droga restante que queda, para que lo olvide todo, y pueda llevarla de regreso a la mansión de la Madame. Aún me queda probar a Charlot, esa rubia coqueta me tiene loco, y si la empresa se entera que he roto el contrato, tendré que pagar una fortuna, y la diosa rubia se me escapará de entre las manos.”- dijo el cabrón del Collins, por un lado, me alegraba que Charlot no hubiera caído, entres las garras de esos malditos, pervertidos, cabrones, pero ahora yo, la q
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