Xana se removió en la cama. Su cuerpo se sentía relajado, ligero, vaya, hasta cómodo podía decir. No tenía el malestar de antes, ni las ganas de vomitar, ni los dolores ni… gruñó intentando despertarse cuando algo robó su cabeza con cariño-5 minutos… más- dijo con voz grave, cuando se percató de un pequeño gran detalle.-NILL- abrió los ojos de golpe y se incorporó en sus brazos para encontrarse con dos pares de ojos que la miraban sorprendidos por su rápido movimiento.-Buenos… días- dijo el cachorro con las mejillas coloradas, pero no de fiebre. Se encontraba acostado boca abajo jugando con un mechón largo de cabello plateado entre sus dedos, encima de un pecho familiar.-No tenías que despertarte tan rápido, puedes seguir durmiendo tus 5 minutos- esa voz… esa voz- Buenos días preciosa.Era White. Los ojos de Xana se fueron humedeciendo sobre todo por el alivio que sintió al verlo y de saber que su hijo ya se encontraba estable. Intentó contener un sollozo que rompió su garganta y
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