Farh se despertó sola en la cama, con una sonrisa pensando en los momentos románticos, buscó a Carlo por la habitación con la mirada, sin encontrarlo.Tomó su teléfono para llamarlo, en ese momento se dio cuenta de la hora, era muy tarde, lo más seguro era que Carlo se encontrará en su oficina trabajando.Encontró sobre una silla la ropa que el ama de llaves había llevado, suspiró profundamente, Carlo era un hombre detallista, pensaba en todo.Se metió bajó el agua cálida, mientras se bañaba, recordó como Carlo la lavaba, había convertido el baño en toda una cesión de tiernas caricias, ese hombre le agradaba.Después de arreglarse, salió a la oficina, ahí estaba Carlo sentado frente a su escritorio, rodeado de documentos, se detuvo a observarlo un momento, su marido era sumamente atractivo, tenía suerte de tenerlo, pudo notar una expresión helada en el rostro.Pensó que tal vez tenía demasiado trabajo, se acercó a él y lo saludó con un tierno beso en la mejilla, después se colocó detr
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