Sofia estaba a punto de responderle a Aidan, pero el oficial del recinto, les informó que debían reanudar la audiencia. Ella se soltó de él, mirándolo con frialdad y decepción, aun le costaba asimilar que ese hombre en el que tanto había confiado y querido como a un hermano, se volviera tan cruel para con ella. El murmullo en la sala del tribunal se apagó de inmediato cuando Sofía volvió a entrar. Todas las miradas se posaron en ella, incluidas las de Aidan, James y la jueza, quienes esperaban ansiosos sus próximas palabras. A diferencia de antes, su rostro estaba sereno, pero sus ojos ardían con una resolución que nunca había mostrado. Aidan se acercó a ella de inmediato, con una mezcla de ira y desesperación en su semblante. _ ¿Qué estás haciendo, Sofía? _le susurró entre dientes, intentando mantener la compostura frente a todos_. Vuelve a tu lugar. Esto no ha terminado. Sofía lo miró fijamente, sin siquiera parpadear. Por primera vez, la sombra de respeto y agradecimiento que h
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