Demian besó sus labios, ella no resistió, sintió que él la dominaba, cuando menos acordó sus manos estaban colgadas a su cuello, lo necesitaba como el oxígeno, cayeron a la cama, ella encima de él, pero de pronto, Demian se quedó dormido. Ella se sorprendió, esbozó una sonrisa, notó debajo de sus ojos unas ligeras ojeras moradas, acarició su rostro, se preguntó si había sufrido sin ella, delineó con delicadeza las pequeñas líneas de expresión sobre su rostro, besó su frente. «Serás papá, Demian, así es, seremos padres, tendremos un bebé, un hijo de nuestro amor» Liliana recostó su cabeza sobre su pecho, se sintió más liviana, sin embargo, no todo el miedo se disipó. A la mañana siguiente. Cuando Demian abrió los ojos mirò a Liliana recostada en la cama, a su lado, se preguntó por lo que habái pasado, los recuerdos vinieron a él lentamente, acarició su rostro. «Está bien, te creo todo, te amo tanto que te perdonaría lo que sea, mi Liliana, soy tan débil ante ti, pero, no debes sab
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