-De verdad lo siento. - Dije ante la mirada acusadora de Megs.-¿Lo sientes? ¡¿Lo sientes?! ¡Solo dormí tres horas por el amor de Dios!-Pudiste haber esperado a que estuviéramos despiertos para, ya sabes, meterte en problemas, cariño. - Dijo Duncan estirándose.-Has estado lo suficiente conmigo como para saber que yo no me meto en problemas, los problemas se meten conmigo. - Dije con un suspiro cansado.Justo como decía Megs, habíamos dormido unas tres horas antes de que Jeremiah nos despertara para que pudiera presentarme a su manada y pudiéramos comer un poco.Y, en el enorme comedor comunitario del lugar, comenzaron a presentarse conmigo. No me molestaban todas las inclinaciones y alabanzas a mi belleza, pero las preguntas incómodas que vinieron después fueron difíciles de contestar.¿Cómo iba a saber que los lobos y lobas a nuestro paso me preguntarían sobre el Gran Evento para patear a la Zorra?Sus palabras, no las mías.De alguna forma se había esparcido el rumor de que la nue
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