KENDRA—¿Por qué? La pregunta me saca de contexto, pero me empuja a ver lo que he hecho, y eso es tocarlo, en cuanto me doy cuenta de eso, lo suelto, retrocedo y me ajusto la bata de baño que aún tengo puesta. —Solo quiero saber qué es lo que hablaste con Ronan. Ahora se está comportando distante. No sé por qué. —Nada interesante, cosas de mafiosos —ironiza la última palabra—. En cuanto a las mujeres, si es lo que quieres saber realmente, sí, follé con una mujer de la Bratva, había escuchado que esas mujeres eran calientes y todas unas hembras en la cama, mi sorpresa fue grata al ver que es cierto. Me quedo sin aliento. —No lloriquearon —me mira por encima del hombro—. Descansa, Kendra. Cierra la puerta y con ello me vuelvo a quedar a solas, me duele el pecho, lo dijo por mí, porque yo no pude aguantar su polla, ¿qué clase de ser humano podría hacerlo siquiera? Me da igual, él y yo no somos nada, solo fue una follada, y al parecer, nada memorable para él. Me recuerdo que al fin
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