El florero se hizo añicos al golpear la pared, los cristales rotos se esparcieron por el piso y el humor se Samuel no mermó, estaba furioso, con dos dilemas que debía resolver en la cabeza. Keyla no estaba en donde debía, aún no pudo comunicarse con el crucero, pero se pudo dar cuenta que estos si siguieron la ruta que dispuso, sería para tenerla en ese lugar. Envió a una parte de los Daemons a encontrarlos, pero estos en bote, para no avisar de su presencia tardarían al menos dos días en alcanzarlos según su estudio. Lo peor del caso fue la perdida del equipo conseguido. Ni siquiera pudo ponerle las manos encima para saber que tan importantes o copiables eran, ese era su enfado también.__ Cálmate, Samuel. - le dijo Hernán viendo que los dos sujetos que esperaban por nuevas órdenes. Cray, aunque no era de seguir órdenes, actuaba conforme su equipo lo hacía y estos dijeron que al tener éxito en ese trabajo, tendrían mayores beneficios, David por su parte estaba harto de eso. No pud
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