Mateo no vio a su madre cuando abrió los ojos, el rottweiler en su regazo también la esperó, pero cuándo escuchó un auto llegando a la casa, supo que su madre podría estar en problemas. Vio a un hombre con abrigo junto a Samuel y recordó que siempre era quien le inyectó medicina a su madre cuando esta dormía. Esta vez no dejaría que le hiciera nada. Ella lo cuidó siempre, aún de cosas que él nunca entendió. Pensó que era su turno. Recordó como entrenaron a los cachorros y supo que decir o hacer. Un ladrido feroz se escuchó en la parte superior de las escaleras, Samuel miró de donde salió, soltando el picaporte y en menos de nada vio como el perro se abalanzó contra Mauro, el cual sintió los dientes entrando en el brazo, al punto de que un grito por lo bajo abandonó su garganta. Samuel lo trató de quitar, pero la mordida era tan fuerte que aún al tirar de las patas traseras del perro no pudo alejarlo del farmacéutico.Lo pateó y el perro gruñó más fuerte.__ ¡Orion, abajo! - dijo M
Las probabilidades eran mínimas, las opciones muy limitadas, pero para alguien que no le gustó nunca recibir o dar "no" como respuesta, no fue difícil encontrar una solución al dilema que se les presentó. El helicóptero aterrizó en la azotea del edificio, Josep bajó a su hijo y al perro, prometiendo que pronto iría por él, Mateo estuvo más que de acuerdo con lo que escuchó y solo se dejó abrazar unos segundos más, antes de acercarse a su perro, esperando a que Keyla se despidiera de su padre. __ Ten cuidado. Estamos a un cincuenta por ciento. - ella asintió y se dejó besar para calmarlo, nadie más que Keyla podría lograr obtener esa información. Ambos sabían los riesgos, pero también que indefensa no era. Bajó rápidamente al piso en donde la estaban esperando para llevarla a la suite a lado de la suya, llamó a la mujer de recepción y para que le dijeran que estaba lista en tanto se quitó la ropa que llevaba puesta, amarró su cabello y cubrió los brazos para que las marcas de agujas
Alaya no podía ni asimilar lo que había sucedido, Mila la sostuvo de los brazos, mientras el dolor por haber perdido a Liban la hizo sentir el dolor más imposible de soportar que nunca creyó sentiría. Nunca se le había visto romperse de esa forma, incluso Keyla se asomó por la ventana al oír la discusión que se formó en donde la culpa se la lanzaron unos contra otros. __ Tú debías cuidar sus espaldas. - le dijo a Ron, el pelinegro al verla tan alterada lo único que hizo fue mantenerse en su lugar, mientras los golpes fueron a su rostro y pecho. También tenía la culpa que él mismo se echó encima. Ben trató de controlar a Alaya, pero la mujer estaba descontrolada, con un arma apuntó directo a la frente de Ron, él solo se quedó estático, era su amigo, con el que mejor se llevaba, tenía que cuidarlo al decirle que subiría al helicóptero, pero la distracción que le hizo ganar una bala lo hizo descifrarse. Su hombro sangrante era prueba de eso.__ ¡Quiero matarte, Ron! - soltó Alaya enm
__ ¿Qué demonios te ocurre? ¡Suéltame! - las uñas de Keyla se enterraron en la mano del hombre que tenía la sangre hirviendo de celos, no podía pensar en ninguna otra opción que no fuera que su esposa le había visto la cara.__ ¿Te estás acostando con Mauro? - preguntó furioso. Keyla se quedó inmóvil ante la pregunta un segundo antes de arrugar la cara ante la suposición tan absurda. Pero no había tiempo de pensar en la respuesta, al menos no en ese segundo. Una de sus rodillas se impactó en la entrepierna de Samuel obligándolo a soltarla, debido al dolor tan atroz que lo atacó. __ ¿De qué hablas, imbécil? - se acarició el cuello. Aún sentía la quemadura de los dedos de Samuel en ese sitio, no podía recuperar el aire. __ Maldi...¡Caraj0, Keyla! ¿Te estás o no follando al tipo ese? - se dobló del dolor, con las manos aferradas su adolorida zona. - ¡Responde!__ Si no quiero follar contigo, dudo que ese tipo me dé ánimos de hacerlo. - soltó colocando la toalla alrededor de su cuerpo
Gálata no supo ni como sus pies se movieron tan rápido, pero mientras veía a cada nada sobre su hombro tuvo que apresurar aún más sus pasos. Mauro ni siquiera lo disimuló, iba tras su presa y no podía perderla de vista. Gálata llegó al primer piso y frenó en seco al ver a los dos tipos que entraron por ese sitio, dos más salieron cada lado. Miró atrás y Mauro bajaba apresuradamente las escaleras eléctricas. No tenía salida, sus latidos se escucharon retumbar en sus orejas y su cabeza vibró al mismo ritmo. Un estallido se dió en la parte de arriba, todos comenzaron a correr despavoridos y en el descuido ella también lo hizo yendo entre el montón, saliendo del edificio, las puertas fueron abarrotadas y ni Mauro ni su gente supieron como pasar a través de todos ellos para alcanzarla. Gálata ni siquiera vio a donde iba, solo se encargó de no ser tirada en el piso como muchos que cayeron y fueron pisoteados por todos los demás. Su corazón estaba a punto de estallar, necesitaba respira
Una fecha se había pactado, una hora ya estaba decidida. Los Duque querían preparar hasta el último detalle, pues la hija menor de Gustavo quería que ese fuera el día más memorable de su existencia. Debió pensar mejor en que sentido lo deseó.Los Conrad discutieron sobre la propuesta del lobo, no era difícil deducir que era verdad que lo necesitaban, pero también habían riesgos que no les gustaría correr. No era ganancia en su totalidad, por lo que debían considerar cada palabra dicho o no dicha.Mauro Lance sustituyó su enojo con el de una calma absoluta. Con su música clásica de fondo, tomó una de las muestras, las cuales revisó e introdujo en un dispositivo que la mantendría en perfecto estado y con solo presionar la parte resaltada, dispararía la aguja hacia afuera para ser inyectada.Ser traicionado nunca le gustó. Ser burlado menos y así como los Emmons un día lo buscaron para darle acabados a sus creaciones, sabía que solo alguien como él podría darles un uso real. Samuel mir
__ ¿En serio hizo eso? - preguntó Luisa a su cuñado, quien no podía creer lo que estaba escuchando.__ Ni me lo recuerdes, esa mujer está loca. - se quejó Marcelo quitándose el saco que dejó sobre uno de los muebles de la sala. __ Esa niña me cae tan bien. - Aarón solo negó. No le llevaría la contraria a su esposa y menos con algo que solía resaltar. Un Crown siempre va a resolver las cosas en privado, sin hacer tanto escándalo. Sara más orgullosa no podía estar de su amiga, mientras los demás hermanos Crown prefirieron no opinar. __ Que maldit0 alboroto se traen. - masculló Joseph saliendo de la cocina con un vaso con agua, en pijama y sin intenciones de detenerse. __ Te aconsejo quedarte. - le dijo Adrián.__ Si es del dichoso compromiso, me importa una put4 mierd4. - siguió su camino.__ Keyla golpeó a Nadia. - soltó Luisa sin más, haciendo que su hijo frenara sus pasos. Giró sobre sus talones. - Sentí lástima por la pobre chi...__ ¿Qué dijiste? - preguntó Joseph. - ¿Keyla est
Mila no perdió de vista a Keyla por orden de Samuel, el cual avisó que saldría de la base, mientras Hernán se movió con tranquilidad sabiendo que no era él el objetivo de vigilancia.Cuando su hija era el centro de atención de los Daemons, a él se le hizo fácil todo. Sabía que no iban a hacerle daño, así que la exposición era poco, al menos fue lo que él creyó.__ Sé que esconde algo. - mencionó Mila reparando a la mujer que veía las fotografías de.su hijo en su móvil. Quería tenerlo cerca, pero en donde estaba en ese momento era mucho mejor lugar que a su lado.__ Solo es una mujer solitaria. ¿Qué esperas de ella? - exclamó Alaya bebiendo un analgésico.__ ¿No has notado un cambio? - cuestionó. - Cuando estábamos en España era una mujer que le gustaba mucho salir a todos lados. Ahora es como si almacenara toda su energía para usarla a la menor oportunidad.__ No sale porque el lobo no se le permite. - aclaró Alaya. - ¿O se olvidan las órdenes? __ Me refiero a que ni siquiera insiste