Como lo hemos hablado, le presento mis hijos al hombre que ayudó mucho para que yo tuviera un lugar seguro, comida e incluso, un transporte para salir de la isla. Siendo sincera, Susan y su padre, fueron esa voz de aliento y apoyo que sin esperarlo, pero, necesitándolo, lo tuve.— Te dejaré a solas unos momentos, para que tengas tu espacio. — digo colocando a mi hija en su coche y Dan, toma a Dalton para hacer lo mismo.— Yo también te daré el espacio que necesitas, prima. — dice Dan y es él quien me acompaña hasta la tumba de mi madre, donde limpio la suciedad con mis manos, mientras en mi mente, le digo todas las cosas que he vivido y me han impedido visitarla en el pasado.Con tristeza, veo la tumba de las dos mujeres que son mi apoyo incluso después de muerta y miro a mis hijos que juegan con sus sonajeros.— Aquí esta su abuela y su tía, mis niños. La &
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