Horas después.El sol hace que lentamente despierte. No puedo recordar dónde me encuentro, ni mucho menos, porque hace tanto sol. Sin embargo, cuando despierto y siento que estoy en algo caliente, mis ojos se abren rápidamente.Me encontraba en la orilla de alguna playa. Algo que me hacía recordar porque había perdido la conciencia anoche. De inmediato, miro a mi alrededor en busca de sobrevivientes y para mi fortuna, me encuentro a uno de los chicos a pocos metros de mí.— ¿Estás bien? Despierta, por favor estamos en Tierra firme. — Digo, moviendo un poco su cuerpo.Siendo sincera, no sé realmente en donde nos encontramos, pero, con solo saber que ya no estamos en el mar, el alivio me invade. Pensé muchas veces que íbamos a morir naufragando. Pero, al saber que estamos en tierra firme, las probabilidades de sobrevivir aumentan más del cincuenta por ciento.&mdash

Después de calmarnos un poco, nos quedamos debajo de un árbol, mientras los demás buscan algún refugio para dormir al menos esta noche. Por lo que, quedamos solo los dos y es allí cuando podemos agarrarnos las manos y disfrutar de ese mar que tanta preocupación nos causó ayer.— Me alegra que hayamos podido sobrevivir a algo así contigo, Dove. — dice Danell y yo asiento.Me siento feliz. Aunque no pasamos buenas cosas en las últimas horas, era preferible vivir con él todo esto a estar preocupada porque regrese con vida.— Si de algo debo estar feliz, es de vivir esto contigo. Ya no soy la chica inocente y pura que no es capaz de ser parte de tu negocio. Aunque no me siento capacitada para disparar, puedo ser un buen escudo humano y una estratega mientras tenga suficiente información.— Lo que eres es una suicida. Solo alguien así es capaz de arriesgarse tan

Después de ver como el hombre que se creía perdido, regresa a la vida al tocar la arena de la playa y ver como todos le dan comida y agua, reúno valor. Me siento lo suficientemente segura de poder averiguar quiénes están aquí.— Esperaré un poco que la emoción por el reencuentro sea menos fuerte — digo y Danell niega.— Te duele, ¿no es así? — pregunta Danell preocupado, mientras observa mi herida.Duele. Realmente duele y no es para menos, hace más de veinticuatro horas que me hirieron y no he recibido la medicina correspondiente. Pero, no puedo decirle eso. No puedo comentarle que incluso caminar me duele y que no tengo la más remota idea si podré caminar hasta el lugar donde despegan los aviones.— Estoy bien, pero, no me quejaría si revisan mi herida. — digo sonriendo para tranquilizarlo.— Déjame revisarla. &

La tensión no desaparece, pensé que habíamos obtenido una ventaja, pero, es claro que la única ventaja que tuvimos fue demorarnos en llegar, para no ser parte de las personas que han sido asesinadas en este momento.— ¿Qué vamos a hacer ahora? — pregunta Danell y yo no sé qué decir. No podemos entrar y ser testigo de una masacre, solamente para pedir un bote o comida. Pero, tampoco podemos quedarnos aquí, cuando es claro que podrían encontrarnos en cualquier momento.— ¡Padre! — grita una mujer en el interior del lugar.— ¡No te atrevas a decirme que solo estás descansando en mi isla, porque estas demasiado estresada en la universidad, cuando me tocó pagar más de cincuenta millones de euros a ellos para que pudieras pasar satisfactoriamente el maldito semestre!‘¿Fue por eso, que mató a sus amigos?&rsq

He pasado por muchas cosas. Mi vida ha dado un cambio drástico desde ese día en que mi hermana y mi madre se marcharon a las vacaciones. Eso marcó un antes y un después en mi vida, del que aún no me recupero.Pero, estar al borde de la muerte esta vez marcó mucho en mí. Lanzarnos de un avión sin muchos paracaídas, naufragar, caminar por una selva desconocida y suplicar por ser salvados y no atacados, no fue una experiencia agradable.La angustia estuvo presente en todo momento y lo peor, es que las cosas se están complicando cada vez más con la venganza de Danell contra su familia. Algo que posiblemente podría acabar con mi propia vida si seguíamos así.— Qué bueno que te has levantado. Es momento de la medicina — dice un hombre a mi lado y yo me asusto.Solo cuando me giro y lo veo, es que lloro de la emoción. Danell tenía ropa limpi

Agradecida. Solo esa palabra podría dar el concepto general de cómo me siento en estos momentos. Después de todo, sea en el mundo tranquilo en el que vivía o en el caos del mundo de Danell, nadie da una ayuda sin tener un beneficio y ellos lo estaban haciendo.Por lo que, no podía hacer algo más que agradecer por todo lo que nos han dado y ayudado mucho. Incluso Danell, habla gentilmente. Se ve cuan agradecido esta con ellos y es así como los dos se marchan con toda su gente escoltándolos.— No son solo doctores, ¿no es así?— Sabes que un doctor común no tendría para comprar una isla. Si son doctores, pero, de la realeza. Bueno, el señor Folmet, es doctor de la realeza. Su hijo, es miembro de la nasa y su hija Susan ‘la más desaplicada en el estudio’ trabaja en el mejor hospital del mundo. >> Son cinco hijos y todos son exitosos,

Tardaste mucho, dos palabras que deberían de ser comunes. Que juntas o separadas no deberían causar dolor. Pero, yo estaba comprobando que si pueden causar mucho dolor. tanto que se siente imposible de sobrevivir a esto.‘Tardaste mucho. Eso quiere decir que si no me hubiese casado con él, seguiría esperándolo’ me digo mentalmente mientras veo la sonrisa de satisfacción de la mujer que me ha empujado de un lugar que nunca he tenido, pero, pensé haberme ganado.— Sabía que me esperarías. — dice la mujer con una sonrisa de satisfacción.— Te sigue esperando, la que no esperara que mi esposo note que estoy aquí soy yo. Los dejo a solas, para que tengan la intimidad que quieren. — digo con frialdad y Danell no dice algo al respecto.‘No me dice que me quede’ me digo mentalmente sintiendo que el dolor se expande.— Gracias por entende

Mi mejilla palpita por el fuerte golpe y mi vista se nubla de rojo. Yo no lo pienso, si no que, actúo. Con enojo, tomo el sartén con cebolla y tomate picado y se lo coloco en la mejilla con tanta fuerza, que el sonido hace que corran hacia aquí.— Conoce tu lugar, perra sufrida y aprende a respetarme o te lo enseñaré a golpes. — digo con enojo.— ¿Tú vas a enseñarme algo a mí? — pregunta Flavia con enojo.Ella busca algo para golpearme, pero, yo no espero ello y golpeo su brazo y pecho con el sartén, justo cuando alcanza el cuchillo con el que picaban las verduras.‘Es ella quien sale herida o yo’ me digo mentalmente— ¡Dove! — grita alguien cuando empuño el sartén esperando que ella me diga algo más.Su mirada de oído se suaviza, para mirar a Danell con dolor.— ¡Cariño, tu espos

Camino tan rápido como puedo rumbo a la habitación, no quería hablar de lo que acaba de suceder con nadie y mucho menos, quería ver a Danell. Pero, no podía cerrarle la puerta, porque entonces, me angustiaría pensar que esta con ella. — Dove, hablemos. — dice Danell y yo reprimo ese impulso de gritarle. Porque aunque me dio el lugar con el golpe, no puedo borrar la imagen de como la miraba. La sensación de plenitud que sintió cuando ella lo abrazó y como me regañó cuando pedí que se fueran ellos y no yo.‘Quería quedar a solas con ella. Eso es evidente. Su corazón la ama más a ella y si me defendió, fue porque su mente le recordó que es capaz de hacer ella y como actúo yo. Nada más’ me digo mentalmente comprendiendo mi lugar.Ya he hecho el análisis, en su corazón gana ella y en su m

Trago duro y sonrío, no hago drama. No hago escándalo, aunque estoy muy molesta, no digo algo al respecto. Sé lo que quiero hacer, pero, no sé lo que necesito realizar. Ya que, he quedado demasiado aturdida para tener una respuesta cuerda que no implique la violencia.Por ello, sonrío, dejo de mirar lo malo de todo esto y me fijo en lo bueno, en cómo sin ser esta propiedad de él, se impone para que ella se encuentre bien. me doy cuenta de que nunca hubo un nuestra casa, si no, una mentira para que me hiciera cargo de las cosas y las mantuviera cálidas y bonitas mientras llegaba su verdadera dueña.Y ha llegado. El lugar que creí seria mío solo por ser lo que necesita, está peligrando y por ello, sonrío. Porque lo amo como él la ama a ella, pero, no soy tan masoquista como él. Hay límites para mi amor y por eso, me detengo aquí.— Corre detr&aacu