‘Sin duda, soy la mujer más ingenua, tonta y patética del mundo, por esperar tanto de alguien que no esta dispuesto a dar siquiera un poco para mí’ me digo mentalmente.— Perfecto, ya todo claro, dame permiso, si sigues bloqueando mi camino, posiblemente termine quedándome y siendo quien sin darse cuenta, termine dejándote con alguna discapacidad aparte de la mental.>> Ya sabes lo que dicen: una mujer enojada y herida, es peor que el mismísimo lucifer. Entonces, hazte a un lado. Porque incluso una mujer como yo que no le gusta usar la violencia, cuando la usa, desea más y me estas dando un gran motivo al bloquear mi salida, Flavia.— No sabes con quien te estas metiendo.— Oh, querida. Si sé. Danell es un muy bien conversador, por lo que, sé de lo que eres capaz, en cambio, tú no sabes algo de mí. Porque seguramente eres de la que no pierde su tiempo
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