Alaya MontenegroY estábamos de regreso a Estados Unidos, me hubiese encantado quedarme en roma un poco más, dos días había sido sumamente poco, todo era tan hermoso tan romántico, me gustaba estar allá, lejos de mi familia, lejos de los problemas estuve en una hermosa burbuja el fin de semana y quería solo quedarme ahí y no tener que salir pero era hora de volver a mis cosas usuales.Ahora tenía una esposo de verdad y tenía que armar mi vida con el, mi rutina junto a el.— ¿En que piensas?— Sentí un beso en mi mejilla y vi a Said sentarse a mi lado le sonreí — Buenos días lindura.Desde el fin de semana Said no deja de llamarme de distintas formas, amor, mi vida, hermosa, belleza, lindura y me gusta que lo haga.— Buenos días guapo — yo te seguido sus pasos — En que estamos volviendo a la rutina nuevamente Rutina eso era algo que aún no habíamos formado y es que todo había pasado tan rápido, me case luego tuve un accidente luego me volví a casar me fui a Roma y ahora estamos aquí.
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