PREFACIO—¡Eres un maldito! ¡Un maldito, Aarón Sullivan!Grité ignorando las palabras de advertencia de mi padre apenas logré cruzar la puerta principal del lugar que llamé hogar durante toda mi vida, hacia medio año que el hombre que me había otorgado mi existencia se casó con la mamá de ese gilipollas que ahora llamo por obligación hermano, siendo honesta, no ha habido ni un solo día en donde no le ruegue al cielo que se separen y todo vuelva a la normalidad, esa en donde yo era la única hija de papá.Harold Western me ha dado todo en la vida, amor, estabilidad emocional y cada uno de mis caprichos desde que perdimos a mamá cuando apenas tenía cinco años, siempre fuimos él y yo contra el mundo, pero todo cambió cuando de la nada, llegó así, sin avisar a mi fiesta de cumpleaños número veintiuno con el horroroso anuncio que se volvería a casar con una mujer que jamás había visto o escuchado sobre ella en toda mi perfecta vida; pero no, casarse de repente con una tipa que no conocía no
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