En la helada Rusia, la familia Stavros estaba en su velada de año nuevo, Riguel Stavros pudo ver que su hijo estaba muy pensativo— ¿Qué te pasa, Damiano? te veo muy distraído, ¿te preocupa algo? puedes contarme lo que sea, los sabes, ¿cierto?— Lo sé, papá, es solo que... por fin he logrado que Dariana sea mi novia, al principio cuando nos conocimos nos caíamos bastante mal, creo que es cierto eso de que del odio al amor hay tan solo un paso— Entonces, ¿qué es lo que te preocupa? — Se dice que hay un chico, alguien que ella conoce desde la infancia, insinuaron que el la tiene elegida desde entonces, y que cuando sea el momento vendrá a por ella, ¿creés que sea cierto que me la querrá quitar? — Damiano, eres excepcional, el mejor en tu clase, el mejor en deportes, vas a heredar mi imperio, quien quiera que sea ese chico, va a tenerla demasiado difícil para poder ganarte, además si existe esa persona, con el paso de los años olvidan, quizás él se enamore de alguien más y jamás aparez
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