Amanda no supo que decir. Walter no mentía, estaba ansioso pero también porque esperaba una mujer experimentada y al saber que ella no lo era... aquella ansiedad se había extinguido para ser reemplazada por una conversación incómoda. -Creí que... mi problema había acabado con tu ansiedad- Walter la miró con ternura-No era un problema que fueras virgen. Me sentí mal, no voy a negarlo pero es conmigo mismo, no contigo- Explicó con cautela notando como ella abría sus ojos con asombro- Te pregunté muchas veces que preferías, quería que esto aunque fuera una obligación, sea placentero para los dos -¿Entonces no hice nada mal?- Aún tenía aquella duda que la atormentaba -No Amanda, fuiste maravillosa. Me gustó, lo disfruté y tú también lo hiciste- No podía estar más de acuerdo con él. Lo había disfrutado, no había duda de eso y había notado que el también gozaba ese momento Amanda notó que él cuerpo de su esposo bajo aquellas sábanas volvía a cobrar vida y se apresuró a alejarse. Necesi
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