***Mi mente estaba serena esperando el momento para volverse un caos. Cada paso que daba adentrándome en el jardín era un paso más a mi victoria, lista para dar el golpe final. Raúl se mantiene detrás de mí avanzando a mi paso tranquilo pero nervioso. Todo está bien, solo falta poco, un poco más y serás libre. Me decía a mí misma dándome valentía. Suspiro manteniendo la calma cuando me detengo en medio del jardín viendo la mesa donde está sentado mi padre moviendo su pie en modo de impaciencia. Ya se me es raro cuando quiero reunirme con él, y acepta de inmediato sin dudarlo. Seguramente esta vez aceptó para pedirme algo a cambio. —Papá —capto su atención de inmediato. Se gira hacia mí y me sonríe. No veo a un hombre empoderado como antes, ni deslumbrante, ni arrogante. Todo lo contrario, se ve acabado, decaído, las bolsas de las ojeras que lleva son notorias, se ve bastante melancólico. El día de ayer armé mi plan final, y este no debe fallar. Me enteré por Kate que mi padre n
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