Fabiola Salinas se casó, su novio no era Cedro Sánchez, el hombre al que había amado durante ocho años, sino un hombre del que apenas conocía los detalles básicos, ya que se habían conocido hacía menos de cinco minutos.—Ahora puedes arrepentirte si quieres—, le recordó su novio.En la sala de espera del Registro Civil, el hombre mostraba una actitud negativa y desinteresada, lanzando una mirada de reojo a Fabiola.Ella apretaba el borde de su vestido, que estaba a punto de hacerse trizas, mientras en su mente se dibujaba la imagen del rostro frío y apático de Cedro.Hace tres días, Cedro, quien siempre se había mantenido alejado de cualquier tipo de contacto con ella, la invitó a cenar de forma inesperada. En el momento en que contestó el teléfono, ella ingenuamente pensó que, después de ocho años de dedicación, finalmente había obtenido una respuesta.Después de arreglarse cuidadosamente, se dirigió a la cita, pero lo que encontró allí no fue solo a Cedro, también estaba Claudia Sali
Leer más