La emoción que sentía era indescriptible. Sentía que estaba tocando el cielo con las manos. Porque, sabía que su cariño era sincero. No les habían pagado para esto y mucho menos, estaban intentando aparentar quererme.Ellos me querían de verdad, así era el amor que un niño brindaba y a mí me lo estaban dando los dos sin merecerlo. Así que, eso me hacía sentir menos sola. No sabía quién era mi familia, pero, ello en estos momentos no importaba, porque no me sentía sola. Ellos impedían que me sintiera así.—Todo es muy hermoso, Ariana. Inmensamente hermoso— digo abrazándola, al no poder contenerme más. —Quería darte algo que fuera hecho por mí, pensé en dibujos, pero, eso ya estoy acostumbrada a hacerlos, por eso, decidí aprender a hacer juguetes. Con el fin de hacer el castillo de nuestr
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