Aun no podía procesar lo que el hombre sobre mí me acusaba. Porque, siendo sincera, mi suerte sería demasiado mala si las dos veces que me acosté con alguien, ese alguien fuera el presidente de la empresa en la que empecé a trabajar hoy y además de eso, es un alfa de su manada. Una de las más temibles.— Señor Every, hablemos por favor.— Si tienes muchas exigencias con respecto a posiciones y demás, puedes decirlo aquí. — dice el señor Every y yo intento alejarlo.— Señor, por favor, deje de jugar conmigo.— Dime algo, Adhara, ¿crees que tengo tiempo para jugar? Me acabas de decir delante de varias personas que además de tener un miembro diminuto, soy un precoz, así que, deberías estar agradeciendo que no te tenga contra la pared, penetrándote de tal forma que no puedas diferenciar si te estoy follando o partiendo e
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