El hombre que me había hecho temer hasta la medula de mi cuerpo y después me había consolado mientras lloraba, para después decirme que nos casáramos, me sonríe cuando después de tantas vueltas, acepto casarme con él.
Y como si fuera poco, me extiende su mano, la cual tomo con miedo, pero, a pesar de que podría hacerme cualquier cosa, lo que hace es ayudarme a bajarme de la cama. Antes de poner mis pies en el suelo, él estrecha nuestras manos sonriéndome.— Me alegra que aceptes finalmente que serás mi esposa. — dice el señor Every.— ¿Tenía otra opción? — pregunto y él me sonríe negando.— Es evidente que no. — dice el señor Every y yo me siento atraída por una fuerza magnética que desconozco.Es como si su sonrisa y cercanía, creara un campo magnético que nQuiero gritarle. Deseo decirle que es un imbécil y abofetearlo por ser un atrevido. Pero, él es un alfa. El alfa de una manada desconocida para mí, pero, que aún así, debo guardarle respeto. También es el presidente de la compañía para la que trabajo y como si fuera lo peor, me gustó el salvajismo con el que me besó y como me proclamó cosas indecentes que me encantaría vivir. ‘¿Qué rayos te sucede, Adhara? ¿Se te olvidó que fue lo que pasó cuando confiaste en un hombre? Tu padre te dejó en la calle y te quiso vender por una deuda y tu prometido, fácilmente te desechó, aprende, Adhara. No seas tonta’ me dice mi mente y yo reúno valor para enfrentarlo. Decidida, lo empujo y sin importarme nuestra clase social como humanos o como lobos, lo abofeteo. No me importa que hace poco haya dado mi palabra
Después de mi extraña reunión con mi jefe, no tuve ánimo de regresar al trabajo. Sentía que podría encontrármelo otra vez y que este encuentro iba a terminar en algo más que solo besos y varias horas en una habitación hablando o llorando. Por lo que, me fui a la casa del señor John y sin decirle lo que me había pasado, me quedé dormida deseando que hoy al despertar, fuera un mejor día donde mi jefe no me saliera con alguna locura. — Hoy va a ser un gran día — digo emocionada mientras bajo del transporte público. Aspiro fuertemente el oxígeno y sonrío, sintiendo que puedo con todo y que hoy si va a ser un gran día. Pero, le estaba pidiendo peras al olmo. Porque, apenas llegué, los gritos en la entrada de la empresa se escuchaban de tal forma que parecía imposible ingresar al mismo. — ¡
El aire se sentía frío, pero, me sentía rodeada de un calor, que, en el pasado, no había sentido. El señor John, siempre me había cuidado con amor, pero, nunca me había defendido de mi padre, porque evidentemente, perdería.Esta era la primera vez que eran capaces de enfrentar a mi padre y lo hacían por mí, por protegerme, ¿de verdad los Every hablaban en serio con aceptarme como su familia? No sabía si solo era un capricho, pero, agradecía no estar sola en estos momentos.— Levanta la cabeza, Adhara. Si vas a llorar, que sea de felicidad y no porque alguien tan despreciable, te ataque — dice el señor Every y aunque no quiero alejarme de su pecho, lo hago porque pareciera que todos esperaran que haga algo.‘Recuerda que eres una mujer fuerte. No puedes dejar que te vean derrumbarte. Menos, cuando es delante de alguien tan importante’ me
Cuando creo que los regaños o ataques van a seguir, el señor Every me abraza con un brazo y camina conmigo hacia el interior de su auto, donde sin mediar una sola palabra, nos subimos y marchamos del caos que hay en la entrada de la empresa.— Ya puedes soltarme, estas a salvo — dice el señor Every y es en este preciso momento que me doy cuenta de que estoy aferrada al borde de su chaqueta.— L-lo siento — susurro avergonzada.— No me molesta que me toques, lo que me molesta es que toques mi ropa y no a mí — dice el señor Every y yo me ruborizo por sus palabras.— Señor, por favor, compórtese — digo abanicando mi rostro.— Me estoy comportando, si no, estaríamos siendo uno solo y no dos personas. Bueno, o estaríamos siendo tres, quien sabe si ya lo somos — dice el señor Every y cuando creo que est&aac
Estaban en un conflicto grande, porque, debía ser respetuosa con dos alfas que son los altos mandos para cualquier manada, pero, me había prometido no volver a ser maltratada y me sentía así con las interrupciones del señor Every cuando hablo.— Y-yo… —— Jason — digo con voz fría al hombre que era la primera vez que veía en persona, porque mi familia no era lo suficientemente importante para tener relación cercana con el alfa de la manada.— Dígame —— ¿Puede dejarnos a solas? — pregunto y miro hacia el hombre a mi lado que niega como si su vida dependiera de ello.— Yo… —— Puede marcharse, a menos que el señor Every quiera que le diga frente a usted todo lo que tengo por decirle — digo y de inmediato, le señor Every suspira profun
Si por vergüenza uno pudiera morir, ya los médicos forenses estarían haciéndome la autopsia. Porque, la vergüenza que sentía, estaba por acabar con mi sistema nervioso. Porque incluso mis terminaciones nerviosas, habían entrado en un choque ante las palabras que había dicho la señora Every.—Oh, por Dios, no creo que pueda salir de este lugar— murmuro cubriendo mi rostro con mis manos.—Si no lo haces, mi madre pensará que si estamos teniendo sexo y por eso, tardamos tanto encerrados. Porque si de algo estoy seguro, es que nadie va a atreverse a abrir esa puerta a menos que se lo ordenemos. — Dice el señor Every yo no sé cuál es la mejor idea que puedo ejecutar.Si me quedo, le daría motivos a su madre de imaginar en cosas que no debería siquiera pensar, pero, yo por tonta le di suficiente material para hacerlo. Y si me voy, tendré que en
Quería gritarle en la cara que no era cierto, pero, rayos, no había manera de negar algo que era real. Si algo me había causado temor de dejar de ser virgen, era el periodo en celo que solo comienza a efectuarse en mujeres que no son vírgenes.Por eso, era la prueba perfecta para saber si una mujer era virgen o no. Y ahora, yo había olvidado algo primordial para una mujer. Debía haberlo recordado al momento de ejecutar un plan tan tonto de dejar de ser virgen. Pero, no, Adhara en ese momento no pensó, como ahora.‘Estoy en graves problemas’ me digo mentalmente mientras salgo del lujoso restaurante.— ¿Tan rápido acabaron? — pregunta una mujer y yo me detengo y me inclino con mucho respeto al saber quién me habla.— Señora Every— le saludo.— No necesitas ser tan respetuosa. Solo llámame, Eda. Después de todo, pronto vamos
No tenía idea hacia donde me llevaban, pero, eso era lo que menos me preocupaba. Porque, tenía problemas más grande. Por la situación con mi padre, había ignorado que ahora si iba a ser conocida por todo el mundo una relación que no era real y de la que desgraciadamente, no puedo salir.Pero, más importante que eso, era, ¿por qué me desbordaba delante de unas personas completamente desconocidas para mí? Con la madre del señor Jareth Every, solo había pasado esta vez, pero, siento que siempre que me encuentro con el señor Every, algo extraño, incorrecto o desbordante sucede.Primero, habían pasado los dos momentos en que terminamos teniendo relaciones sexuales y ahora, estos desbordamientos emocionales que solo me hacen ver como una mujer demasiado sensible que no entiende que no en todas partes se puede llorar, hace que me preocupe.Ni siquiera con mi ex prometido,