Capítulo XVI. El secuestro de Medusa.
Rihanna. Cuando iba en el taxi, pensé en pasarme por casa de Milissen para recoger a Kenai. La abuela, por culpa de su empeoramiento, pasaba algunas noches supervisada en la clínica que lleve el control de su enfermedad, de hecho, mañana en la mañana, ya que era mi día libre, pensábamos ir a visitarla, para ver si podíamos traerla unos días a casa. La situación de mi abuela me superaba, es muy duro ver como un ser que siempre fue tan fuerte, y te crio, contra viento y madera, frete a la criticas de todo tipo, incluido de mis propios padres, por acogerme, después de que ellos me hubieran echado a la calle, estuviera así de débil. A mis progenitores les sorprendió la actitud de mi abuela cuando quiso mi custodia, hasta se presentará con un abogado, para que mis padres firmaran la sección de la patria potestad, tanto la mía como la de mi futuro hijo, ellos lógicamente, no tardaron en firmarla, yo era nada más que un desastre, una decepción, una hija inútil. Aunque cuando mi padre se e
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