En cuánto el auto se detuvo frente a la casa donde había pasado su niñez y adolescencia, su corazón dió un vuelco, imaginar que ahora al llegar a aquella casa, no encontraría a su padre... era doloroso no haber podido disfrutar de él, no haber sido la hija que él quería, ni tener el padre que todo niño merecía, no comprendía por qué sus padres eran tan duros con ella, considerando que era su única hija, cualquiera creería que al ser hija única, sería una consentida en todo y una niña que hubiese disfrutado de todo el amor de sus padre... que equivocados, las apariencias son engañosas.Suspiró con pesadez. Le pagó la tarifa al taxista, y luego bajó, llevando con ella la pequeña maleta, no pensaba quedarse más de un par de días, en cuánto hubiese enterrado a su padre, volvería junto a Leonardo. Caminó hasta llegar frente a la puerta y presionar los dientes con fuerza... llamó al timbre, y esperó un par de minutos, la puerta se abrió y apareció su madre, Mara tenía muy mal aspecto, ojo
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