Albert caminaba de un lado a otro, estaba tan desesperado. El médico salió al pasillo, él se acercó desesperado. —¡¿Cómo está mi hijo y Leonor?! —Bueno, tuvo una amenaza de aborto, ahora y hasta el siguiente mes, debe estar en completo reposo, no todas las amenazas de aborto terminan en uno, así que, debemos conservar la esperanza, y cuidarla mucho. Albert asintió, se veía tan asustado que Demetrius tocó su hombro, a pesar de estar enfadado con él le brindó apoyo. Leonor abrió los ojos, sintió la mano de su hermana. —¡Mi bebé…! —Está bien, cariño, te desmayaste, pero, el bebé está bien, fue una amenaza. —¡No voy a lograrlo, Marina! No quiero que mi bebé se muera —dijo llorando. Marina la abrazó, ella tenía un nudo en la garganta, pero no debía llorar, debía ser fuerte para que Leonor también lo fuera, besó su cabello. —Lo lograrás, escucha, el bebé nacerá, será hermoso, fuerte, y tú también lo serás por él, ¿Entendiste? Leonor asintió, limpió sus lágrimas. —¿Y Albert? —Est
Leer más