16. ¿Alguien vive con él?
Algo que Esmeralda sabía al despertar, eran dos cosas. La primera, era que estaba muy, muy dolorida, aunque ya sabía porqué. Y lo segundo, que alguien la estaba sujetando de la cintura y que se sentía muy, muy bien; claramente ya sabía quién era. Sonrío satisfecha con los ojos aún cerrados y suspiró de felicidad, recordaba vagamente haberse dormido a eso de las tres de la mañana luego de su tercer orgasmo, cuando ya no pudo más y su cuerpo le suplico dormir.Se estiró cuál gatito y gimió de placer, era una manera extraordinaria de despertar. Poco a poco, comenzó a abrir sus ojos. Se sobresaltó al darse cuenta de que un par de ojos ámbar la estaban observando con una ceja levantada.—Lo tuyo no es ser sutil, ¿Verdad, cariño?Ella se tapó la boca con las manos y soltó una pequeña risa. Él sí que estaba guapo, al despertar prácticamente estaba intacto del día anterior, no como ella que seguro tenía los pelos como loca y estaba con ojeras fruto de la noche tan… activa, que tuvieron.Sus
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