Aníbal tenía un dolor de cabeza terrible, se recostaba en el sillón de la oficina, no podía mantenerse erguido, tenía una botella vacía en la mano y su ropa permanecía arrugada y sucia, hacía varios días que no comía bien, solo bebía y trabajaba, se levantó directo a la cantina buscando bebidas, pero no encontrando nada más que botellas vacías, caminó hacia la puerta y su secretaria lo recibió cuando salió. "Señor, ¿Se encuentra bien?" Estaba preocupada.Aníbal miró a la mujer, no recordaba quién era, la ignoró y caminó hacia el ascensor, la secretaria llamó a recepción y le pidió al conductor que llevará a Aníbal, pero al llegar a la entrada, este se negó a que lo llevaran, condujo por la ciudad buscando una licorería.Se detuvo en el semáforo y miró a su alrededor, estaba justo frente al hotel donde se casó con Katherine, recordó esos momentos, sonriendo, pero también recordó que ese día iba a dejarla plantada en el altar frente a todos sus amigos y familia."No puedes hacerle esto
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