Fui de los primeros en adentrarse en los árboles: a fin de cuentas, Mar me había elegido para liderar el ataque... al menos, el más visible. Alfred y Yo tenían otra misión, una que no conocía. Nuestra Alfa había hecho, aparentemente, tres planes diferentes, simultáneos y todos ellos ligados, pero cada uno sólo conocía su parte: la única que sabía todo era ella. Tenía que reconocer que era un movimiento inteligente, ya que si atrapaban a alguno y conseguían hacerlo hablar, sólo podrían obtener un fragmento del plan. Así que lo único que sabía, era que tenía que colarme, atacar de frente la manada y buscar información sobre el alma de la madre de mi Alfa. Me halagaba que ella me viese capaz de hacerlo pero la realidad es que tenía miedo. Sí, en su día había sido un Beta, pero nunca me había enfrentado a algo similar a ésto. Lo más parecido fue ahuyentar a una veintena de pícaros que querían instalarse en el territorio de la manada, pero ¿una guerra? ¿contra brujas y a saber qué más cosa
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