Pasaron varios días en los que estuve haciendo la estrategia de ataque, mientras Maya y las brujas se esforzaban en intentar averiguar algo que nos pudiese dar cierta ventaja. El principal problema era que no teníamos información, ya que Yo, Elisa, Creo, Nariel y Camila no podían recordar nada. La exótica ave sólo sabía cómo llegar al laboratorio del que había sacado a mi padre y lo había hecho por la ventana de un pasillo, así que su información no servía de mucho. Lo único adicional que sabíamos era que de vez en cuando, en las plantas mas altas, hacían rondas. Elisa nos habló de algunas criaturas como los demonios, pero si lográbamos hacer otro ataque sorpresa, no les daría tiempo a llegar. Yo y Creo nos dijeron que en una de las mazmorras del castillo quedaban cinco sombras mas: cinco que seguramente nos atacasen. Aquello me preocupaba porque las sombras eran... bueno, demasiado peligrosas. Aunque ellos dos dijesen que se encargarían de las cinco restantes, se les podía escapar alg
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