Los eventos de la boda y los posteriores días pasaron como si alguien les hubiese puesto un botón para acelerar su velocidad. En un abrir y pestañear me encontraba de nuevo en medio de las entrañas de la mansión Brown en una posición extraña.Después de esa noche en el hospital, Leandro me comunicó que tendría que irse de viaje de negocios. No entró en detalles sobre eso, pero en lo que sí entró en detalles fue en mis asignaciones en la propiedad. Me pidió que aprendiese sobre la administración de esta, y que no dudase en realizar cambios cuando fuese necesario. Caer en cuenta de que… era la esposa del dueño de este lugar, era fuerte, muy fuerte.Aun así, he invertido mis días sin Leandro aprendiendo lo más que puedo de cómo operan sus ecosistemas. Lo más divertido es que con sus historias de fantasmas y sus empleados firmes todavía en que necesitamos un exorcismo, esta casa tiene su encanto, su historia y buena gente trabajando en ella. Será que estoy loca, pero lo puedo mirar, puedo
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