204. VISITA
Después de hablar con la Madre Superiora, estoy realmente asustada y ansiosa. He recorrido toda la mansión en busca de mis sirvientes y de mi Julián, sin resultado alguno. El único lugar en el que no he entrado es en el cuarto que me prohibió, el cual está cerrado con llave y que Julián se llevó, el de los sirvientes. La casa se ha llenado de adornos y luces por todas partes, mientras no para de nevar. A la hora del almuerzo apenas pude pasar un bocado preocupada, al sentirme cada vez más sola y abandonada. Las hermanas se esmeran por sacarme conversación, pero yo no puedo concentrarme en otra cosa que no sea en que regrese mi Julián. O ver aparecer en cualquier momento a todos mis sirvientes, pero las horas pasan y no sucede, sigo sin saber dónde están. Al llegar las tres de la tarde, es tanto mi desespero, que me encuentro parada en el portón, sin darme cuenta qué era la hora en que me había citado con el capitán, que al verme, sonrió satisfecho y me doy cuenta que cree que lo
Leer más