—¡Me las vas a pagar, Sophia! Te crees la muy lista, pero esto no se va a quedar así —le aseguró Andrew, tan pronto Valery se marchó.Todavía no había logrado recomponerse de semejante emboscada, pero de algo sí estaba seguro: donde las daban, las tomaban y ese cuento que acababa de destruirle todo su mundo, no se quedaría así.Sabía que, de no estar el pelele de Jason, le habría zampado otro golpe aún más fuerte que el que le había dado su mujer. Indiferente, Sophia se secó el labio partido con un pañuelo y negó con la cabeza.—El que se equivoca eres tú, Nick. Conmigo nadie juega. ¿O qué? ¿Creerías que me usarías así no más? ¡No soy plato de segunda mesa de nadie!—Si tenías algún problema conmigo, debiste dejarlo entre tú y yo, no montar esta mentira tan vil, porque no me voy a comer el cuento de que ese hijo que llevas es mío, así que será mejor que le busques un padre.De reojo miró a Jason quien se había mantenido de piedra y era lo mejor que así. Como tenía Andrew la sangre, er
Leer más