LysaComencé a ver con claridad, recuperando la vista poco a poco. Kathy, mi hija pequeña, se aferraba a mi brazo, la abracé con todas mis fuerzas. Su pelaje rojo brillaba con el resplandor que nos iluminaba. Mis pequeños estaban acurrucados conmigo, Seth me abrazaba, protegiéndome. Su calor me hacía sentir viva, su sonrisa. Las risas de mis hijos, los ojos brillantes que me veían. Todo era maravilloso, volver a vivir.Sonreí, reí, porque estaba tan feliz. No había palabras para describir la felicidad que estaba sintiendo en este momento.—Mamá… Mira los colores… —dijo Kathy, comenzando a señalar hacia lo que antes era solo el desierto repleto de arena.Las rocas que estaban por todas partes, de color gris y triste, ahora parecían más azuladas. El paisaje recuperaba sus colores naturales. La maldición se había roto, se rompió cuando dejé a punto de morir a Sunny.—Brillan… —murmuró Neo, observando todo con asombro.Solté un sollozo de emoción al ver que mis hijos estaban bien, conmigo
Leer más