24. ¡Estás siendo un idiota!
Maggie estaba demasiado nerviosa de pensar ver a Nathaniel esa mañana, él ni siquiera había querido escucharla cuando intentó decirle que había malinterpretado las cosas y aunque una parte de ella le decía que no le diera explicaciones, sabía que luego de la cita, de todo lo que pasó entre ellos, lo menos que podía hacer era explicarse.Sin embargo, eso no significaba que fuera fácil, pues no sabía en qué actitud iba a estar el castaño, sus ojos fueron a su pequeño que esa mañana estaba más callado de lo normal, ella lo atribuida a que las medicinas lo tenían un poco somnoliento, pero eso no impidió que nada más entrar a la empresa él levantó su cabecita y la miró antes de decir:—¿Nathe?El pequeño no tenía el entusiasmo de siempre, pero le hacía ilusión ver al castaño y eso solo hacía que el corazón se le arrugara más.—Si bebé, Nate está aquí, pero estará ocupado, puedes verlo después, ¿De acuerdo?El niño no parecía muy convencido de sus palabras y esa vez cuando lo dejó en la gua
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