"No lo sé, me dirá algo cuando llegue, aunque ya llevé todas mis cosas y aún no ha llegado a mi casa", respondió Olivia. "¿Y extrañas vivir ahí?", preguntó Ignacio. "No lo sé, es un poco raro, ¿sabes? Estuve viviendo allí durante dos años, y ahora volver es complejo. Aunque me prometió una habitación más grande con jacuzzi", dijo Olivia. "Eso lo cambió todo", concluyó Ignacio, y ambos se rieron. Llegaron a su destino, y él la miró tranquilizadoramente. "Tranquila, puedes hacer lo", le dijo. "No puedo, no puedo entrar de nuevo ahí", respondió Olivia. "Mírame, podrás. Eres increíblemente fuerte y valiente", la animó Ignacio. "Ignacio, con razón todas las chicas del gimnasio están enamoradas de ti", dijo Olivia. "Lo sé, soy encantador", respondió Ignacio y se rió. "No, en serio. No puedo entrar, soy una cobarde", dijo Olivia. "Y sigues enamorada del chico que está ahí adentro, pero no solo piensa que lo haces por el trabajo", comentó Ignacio. "Por el trabajo y para pagarme la
Leer más