En la noche, Ever se había reunido con su mejor amiga en el mismo lugar de siempre porque necesitaban desahogarse con ella con lo que había ocurrido en la mañana. Quería desahogar todas sus penas en alcohol y más alcohol porque sus ilusiones acerca del hombre que había admirado desde hace mucho tiempo, había sido tan ciega viendo una parte del disfraz que tenía Gael. Incluso su amiga Atenea apenas se enteró de esto, la había estado acompañado desde que hablaron por teléfono, ella había escapado corriendo de su oficina para consolarla desde temprano. —En serio, ni siquiera sabes todo lo que cree él, parece un idiota que nada más usa su poder para humillar a los demás, pero, no te preocupes, con todo esto se me quitaron las ganas de ir mañana a trabajar—le dijo Ever, un poco borracha con las mejillas sonrojadas a su amiga, quién se había quedado dormida luego de escucharla. Apenas Ever empezó a notar eso, intentó agarrar un poco su cabello porque no le gustaba nada de esto, sin em
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