INFILTRADA EN EL CORAZÓN DEL CEO MULTIMILLONARIO
INFILTRADA EN EL CORAZÓN DEL CEO MULTIMILLONARIO
Por: QueenOfHearts
Capítulo Uno: El encuentro.

Luego de que Ever entrara a la empresa para presentar una dura prueba por cuarto año, ella no estaba dispuesta a rendirse ahora que estaba tan cerca de lograr su objetivo. 

—Vamos, esta vez si puedes hacerlo—le dijo ella misma con los nervios de punta cuando estaba a punto de sentarse en la silla para presentar otra vez el examen necesario para entrar a la empresa de perfumes aquí en Italia.

Sin embargo, otra vez se estaba recordando el motivo de todo esto viniendo en su memoria el día que conoció al CEO que la salvó de su propia desgracia.

—Hola buenas tardes, muchas gracias a todos por venir. Esta vez vamos a seleccionar a 15 personas nuevas para trabajar aquí en las nuevas vacantes tanto en la elaboración de perfumes como en nuestras tiendas—entonces fue cuando esta mujer observó a Ever de una manera atenta—¡Que tengan buena suerte porque la van a necesitar!

Ever no le prestó atención, no obstante, jamás iba a entender el tipo de odio que le tenía porque lo único que quería era un trabajo independiente para salir de la casa de sus padres.

En el momento que estaban repartiendo las hojas junto a la solicitud de las vacantes, Stella miró con desprecio a esta chica porque se suponía que los guardias de seguridad no la iban a dejar entrar.

Stella era una de las socias de Gael, pero, en el momento que reconoció que Ever estaba aquí le iba a hacer la vida imposible porque reconocía que esa chica iba a tener un problema en el futuro. 

—Siempre es una sorpresa verte aquí ¿Será que está vez entras a trabajar con nosotros?—le pregunto esta mujer llena de sorpresa, pero, Ever se quedó en silencio viendo las preguntas acerca de los productos que la compañía renovaba cada año.

Si no fuera una de las socias de la empresa hace mucho tiempo, Ever la hubiera enfrentado para irse de este lugar, sin embargo, necesitaba cumplir su promesa. 

Entonces ella siguió hacia las demás personas. 

A diferencia de Ever quien sabía las respuestas de cada pregunta gracias a todos los videos de YouTube que Gael alias su amor platónico había hecho explicando todo acerca de su empresa junto a los perfumes que complacen a las mujeres millonarias.

Después de una hora y media, Ever estaba segura de que había respondido bien, entonces salió de ahí para irse en calma porque quería sobresalir de las demás personas. 

—Dame su hoja, necesito ver algo—fueron las palabras de Stella, no estaba jugando porque necesitaba saber cuáles eran sus errores.

Por otro lado, Ever se encontró con su mejor amiga Atenea, quien trabajaba en un puesto importante en los recursos humanos como secretaria de los jefes aquí mismo de la empresa. 

El resto del ambiente estaba un poco tenso y animado a la vez, porque tres veces al año se hacían este tipo de convocatorias para encontrar nuevos talentos aquí en la ciudad. 

—¿Ahora que ocurrió? ¿Vas a la segunda prueba?—le preguntó su amiga un poco desesperada porque estaba contenta de que Ever pronto iban a trabajar juntas. 

—¡Tranquila! Aún estoy esperando los resultados, pero esta vez me preparé mejor que los años anteriores porque nadie me va a detener. 

—Espero que sea verdad porque no me gustaría ser tu paño de consuelo otra vez porque tenemos que celebrar tu nuevo trabajo—respondió Atenea para abrazarla de nuevo con mucha fuerza.

Por otro lado, incluso uno de los supervisores de la empresa estaba sorprendido con Stella por los resultados de Ever junto con una nueva propuesta que era demasiado innovadora. 

Una idea de que iba a robar para impresionar a Gael, quien era su jefe y uno de los CEOS más importantes del país italiano en el mundo empresarial. 

—No me mires con esta cara, igual le voy a hacer unas modificaciones pequeñas porque esta niña viene de una familia pobre sin valores ni educación, por venir de ahí ni siquiera tiene el derecho de trabajar aquí en la empresa—mencionaba esta mujer con tanto desprecio hasta que observó entrar a Leonardo.

Este hombre era el hermano adoptivo de Gael, quién era el primer socio a mando después de Stella, con la mitad de acciones aquí en la empresa, tenía una relación íntima con Gael, quién estaba curioso por lo que estaba pasando.  Incluso desde hace mucho tiempo en secreto, estaba enamorado de Stella, no obstante, ella lo había rechazado muchas veces por el tema laboral. 

—¿Sucede algo?—le preguntó Leonardo, intentando descifrar lo que estaba sucediendo aquí, cuando esta mujer oculto la solicitud de Ever detrás de su espalda. 

—Nada, todo bien—mintió en ese momento para evitar levantar sospechas de los demás—es solamente que esta fan otra vez volvió a postularse aquí para acercarte a tu hermano, además carece de talento porque ni siquiera tiene una buena receta para los perfumes. 

De todas maneras, Leonardo mantenía sus brazos cruzados porque no se tragaba el cuento de Stella, sin embargo, está decisión siempre quedaba en sus manos. 

En las afueras de la ciudad italiana, Gael estaba a punto de llegar al aeropuerto mientras que estaba en su avión privado, a pesar de que no había comido mucho para mantener su figura, entonces decidió tomar su última copa de vino para seguir viendo los proyectos que iba a realizar apenas llegara a su empresa.

—Disculpe señor. En media hora vamos a aterrizar ¿Desea otra cosa? Porque no ha comido casi nada—le comento una muchacha sin pensar mucho en sus palabras porque ese tipo de actitud ofendía muchísimo a Gael. 

—Estoy ocupado en mis asuntos para que meta sus narices, por cierto, debería darse cuenta de que soy su jefe para que tenga este tipo de libertades conmigo—fue la dura respuesta de este hombre sin importarle nada excepto sus propios asuntos. 

Esta chica se quedó callada para regresar a otra parte del avión evitando contener las ganas de llorar por dentro porque no entendía como podía ser tan despiadado y cruel con todos a su alrededor. 

Gael siguió en sus asuntos, anotando unas fragancias esperando que todo saliera bien luego de cerrar un negocio importante en Estados Unidos porque su agenda estaba apretada de eventos que tenía durante en la semana. 

Tal como le habían dicho, media hora después, este CEO estaba mirando su reloj un poco preocupado porque necesitaba llegar cuanto antes, no obstante, ni siquiera había llegado su limusina.

—Dios mío, lo tendré que despedirlo porque tiene 15 minutos de retraso—mencionó en voz alta cuando a lo lejos vio el carro.

De mala gana, este hombre se sentó en el carro mientras que abría su teléfono para avisarle a sus dos socios Stella y Leonardo, que anunciaran los resultados de las pruebas porque detestaba demasiado encontrarse con muchas personas dentro de la empresa porque quería seguir manteniendo su imagen en secreto. 

También le pasó un pequeño papel al chofer junto con una pequeña liquidación por todos los años que había trabajado en la empresa, algo que este chofer no lo esperaba para nada, pero, tampoco le podía llevar la contraria a su jefe porque le podía ir peor. 

En el momento que Stella estaba colocando los resultados de las convocatorias por órdenes de Gael, justo en ese momento se acercó tanto Ever agarrando la mano de Atenea para demostrarle que su confianza. 

—Tenemos que movernos—grito Ever con mucha prisa hasta que vio los resultados, donde otra vez de nuevo ni siquiera había quedado en las listas. 

Ese era un tipo de sentimiento extraño para ella porque ni siquiera tenía idea de que le iba a decir a sus padres al menos que le pudiera mentir a ellos para que nadie se preocupara por este problema. 

—No te preocupes, igual no es nada importante—le dijo Atenea golpeando su hombro, sin embargo, Ever no estaba a rendirse está vez. 

Con mucha determinación, se fue hacia la recepción de la empresa donde caminó hacia otro pasillo sin tener un punto fijo para ir confrontar a Stella porque está vez quería escuchar de la propia boca de esa mujer los motivos por el cual no podía trabajar aquí en la compañía. 

Para su sorpresa, Ever escuchó una conversación sospechosa que estaban unos empleados, ella no dudo en ocultarse escuchando por completo la conversación. 

—Tenemos que falsificar estás invitaciones porque nadie se debe dar cuenta de nuestras acciones ¿Estás seguro de que manipulaste la mercancía?

—Si, además le puse otra sustancia porque el veneno va a ocultarse el tiempo suficiente para que nuestros planes salgan bien—apenas Ever escuchó estás últimas palabras se imaginó que muchas personas iban a morir sino hacia algo. 

Ella se movió con mucho cuidado hasta que tropezó con un objeto que estaba en el piso, corrió con mucha prisa hasta que cayó en los brazos de un hombre.  

—De verdad lo siento mucho, me tengo que ir—apenas Ever dijo estas palabras, se dio cuenta de que estaba al frente de Gael quién tenía una cara de pocos amigos por lo que estaba sucediendo. 

—¡Seguridad! ¡Seguridad! Llévense a esta extraña de aquí—enseguida dijo este hombre, sin embargo, Ever le apretaba la camisa con mucha fuerza porque no estaba dispuesta a dejarlo ir. 

A pesar del miedo que tenía en este momento porque la estaba persiguiendo este par de tipos, le regaló una mirada de súplica a este hombre, no obstante, la apartó de su lado con mucha fuerza porque se dio cuenta de que ni siquiera trabajaba aquí. 

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