Luego de que tuvo ese encuentro con esa chica tan misteriosa tenía el extraño presentimiento de que la conocía por algún lado, sin embargo, no podía recordar de donde.
Entonces se sentó en su oficina, quiénes al frente estaban sus dos socios de la empresa sentados al frente de él con las miradas en el piso por la conversación que habían tenido con Gael.
—¿Estás seguro de que este es el expediente? ¿Por qué no ha podido entrar aquí?—fueron las duras palabras de Gael cuando veía los resultados que había tenido los años anteriores para entrar aquí a trabajar.
Stella ni siquiera tenía idea de que clase de explicación le podía dar porque la verdad nunca había aceptado a Ever entrar aquí en la empresa por sus celos, pero, tampoco le quería decir sus motivos a Gael.
—Si ninguno de los dos, me quiere dar una explicación, entonces Leonardo necesito que incluyas a esta chica en cualquier puesto de las tiendas porque como ustedes no pueden hacer nada mejor porque tengo que revisar todo por mi cuenta.
—Eso ni siquiera vale la pena revisar porque debe ser una pérdida de tiempo—fueron las palabras venenosas de Stella, cuando de manera inmediata Gael le ordenó dejar su oficina porque necesitaba hablar a solas con su hermano menor.
De mala gana dejó, esta mujer agarró las carpetas para salir de ahí, esperando haber tenido para explicarle a Gael cuál era la verdadera identidad de Ever.
Una vez que este par de hombres estaban solos aquí, Gael le pidió en secreto que investigara a Ever porque quería saber si eran reales las buenas intenciones que tenía a pesar de demostrarle todo lo contrario a los demás.
—También recuerda hacerle llegar por correo que está contratada aquí en la empresa porque si alguien se llega a enterar de esto, se puede convertir en un problema en el futuro.
Gael enseguida se levantó de su asiento para observar a través de las ventajas, todo lo que sucedía dentro de su empresa, no obstante, le costaba creer que sus propios enemigos fueran capaces de poner espías comerciales aquí dentro de la empresa.
—Cuando vayas al médico, deberías tener cuidado con lo que vayas a hacer porque si descubren tu secreto estas personas se pueden quedar sin trabajo para alimentar sus familias—le volvió a recordar Leonardo, poniendo más presión encima de los hombros de su hermano.
Gael apretó los dientes para irse de aquí, directo a investigar en el almacén si era cierto lo que decía esa chica porque tenía todo el derecho para darle el beneficio de la duda.
Por otro lado, cerca de ahí, antes de que Ever llegará a la casa de sus padres, daba por perdido por las pocas palabras molestas que había tenido con ese CEO.
Abrió la puerta de su casa con nervios de punta, sin embargo, su mamá apareció de manera inesperada desde la cocina.
—¿Cómo te fue? ¿Si te aceptaron? Porque lo único que te falta es conseguir novio—eran las exigencias de su madre a diario.
En ese instante, se estaba cuestionando si estaba bien que le dijera una pequeña mentira a ella para no preocuparla tanto porque cuando estuvo en la Universidad juntas hicieron un sacrificio para conseguir el dinero de la graduación.
—De hecho empiezo mañana, pero voy a estar en un departamento diferente que Atenea porque ella tiene prácticamente un año allá.
Después Ever se fue directo a su habitación intentando mantener la respiración porque sabía por dentro que tarde o temprano se iba a derrumbar.
Gael apenas estaba saliendo de su oficina, estaba seguro de lo que iba a hacer porque lo había pensado muy bien.
—Estoy segura que es una completa tontería esta locura porque así hayas confirmado lo que haya dicho, creo que esta chica es una oportunista incluso en la manera como se viste—fueron las palabras firmes de Stella cuando este hombre le quitó sus manos de encima porque no le importaba para nada.
Enseguida se subió a su carro personal para ir directo a la dirección de Ever para contratarla personalmente porque sino fuera por ella, su empresa tarde o temprano hubiera enfrentado terribles pérdidas económicas.
De todas formas, iba a mantener más ojos en los eventos importantes porque era una oportunidad única para conseguir un buen contrato que le podía cambiar la vida.
A la media hora, cuando estacionó su vehículo le costaba creer que Ever viviera en una zona urbana que le recordaba mucho a la infancia acompañado de sus padres.
—Me imagino que debe ser porque aquí—dijo Gael cuando estaba al frente de una casa de dos pisos, apretando su uniforme listo para contratar a su salvadora en secreto.
Todo lo contrario, le ocurría a Ever dentro de su cuarto porque estaba buscando trabajo para por lo menos tener una excusa para salir mañana temprano.
A pesar de que escuchó algunos ruidos afuera, no prestó atención porque estaba ocupada en sus asuntos hasta que abrió la puerta para buscar un vaso de agua donde se encontró la gran sorpresa de que Gael y su mamá estaban hablando como si fueran viejos conocidos.
Cerca de las afueras de la ciudad, un chico más o menos joven estaba con su maleta, listo para cumplir con la misión que tenía por delante recordando por dentro el verdadero motivo por el cual estaba haciendo.
—Si la venganza se sirve en plato frío, es mejor que se preparen todos porque van a recordar para siempre la lección que les voy a dar—dijo este chico con mucha determinación porque está listo para las decisiones que iba a tomar.
No obstante, iba a sacar el amor completamente de su vida o quizás no si encontraba a la mujer correcta.
Más determinante que nunca, se subió al siguiente bus listo para empezar a trabajar en la empresa de perfumería porque había sido su sueño desde hace mucho tiempo.
Al día siguiente, Ever estaba demasiado entusiasmada porque para su buena suerte había conseguido un trabajo de vendedora en una de las tiendas de perfumería, cumpliendo el sueño de cualquier mujer aquí en la ciudad.
—Hija, recuerda que voy a salir con tu mamá porque necesitamos comprar unas cosas de la tienda. Te dejamos el almuerzo en la mesa junto con el dinero del pasaje—le dijo su papá cuando estaba a punto de salir.
Ella se apresuro lo más rápido que pudo para ir a abrazarlo con mucha fuerza porque realmente lo iba a extrañar mucho.
Luego de esto, Ever terminó de agarrar todas sus cosas para ir a la tienda donde tenía expectativas bien altas junto a una sonrisa escondida.
De todas maneras, a cada momento estaba revisando su teléfono hasta que se tropezó hasta el punto de caer accidentalmente.
—Deberías fijarte por donde caminas, si trabajaras en mi empresa jamás te contrataría—le dijo este señor cuando le termino de pisar su teléfono ahí para romperle la pantalla.
Al menos Ever reconoció por dentro que había sido su culpa, sin embargo, a pesar de tener la pantalla partida, por lo menos funcionaba un poco.
No perdió el tiempo para enviarle un mensaje a su mejor amiga con la dirección de la tienda donde iba a trabajar.
Luego de esto, se bajó cerca de su nuevo trabajo esperando conocer pronto a su nueva jefa.
—Estoy segura de que debes ser la nueva chica. Por favor, necesito que me pases la solicitud ¿Por lo menos en la empresa te dijeron que ibas a hacer?—Ever ni siquiera supo que decir en esos momentos, sino ignorar sus palabras—como sea, busca tu uniforme porque te vas a encargar de la limpieza de todo el local.
Ever siguió sus órdenes, aunque tenía mucha curiosidad por saber cómo preparaban las fragancias y hablar con los clientes.
Algo que obviamente había sido su sueño toda la vida hasta ahora que se estaba rompiendo en pedazos.
Poco a poco, sintió que su día no podía ser peor, pero, ahora lo más importante era que cada pequeño que hacía era para acercarse a Gael, quizás para el futuro entablar una buena conversación.
—De verdad no entiendo porque la contrataron porque es torpe y muda con todo lo que hace—dijo la jefa de Ever cuando supo que venía para acá porque tenía órdenes estrictas de Stella para hacerle la vida imposible.
Si lograba que Ever se retirara de la empresa bajo su propia voluntad iba a lograr un aumento junto a una buena bonificación.
A medida de que transcurría el día, Ever estaba siendo sobrecargada con todo el trabajo, ni siquiera tuvo la oportunidad de descansar o almorzar, sino hasta la noche por la cantidad de clientes que habían.
A pesar de todo eso, Ever se hizo la idea de que debía aguantar para algún día llegar a un puesto más alto.
—¡Hey, bonita! Es hora que salgas porque tenemos que darnos prisa antes de que cierren el restaurante—dijo Atenea, intentando ayudarla, pero, Ever la alejó de su lado porque no quería que su jefa pensara más cosas malas de ella.
—Deberías esperar allá porque me gusta estar aquí. Además estoy segura de que todo esto lo hacen para prepararme si alguna vez estoy en la empresa—contestó Ever, siendo una completa mentira evitando que se sintiera menos culpable.
Para aliviar un poco el estrés del trabajo, ambas chicas estaban bebiendo demasiado felices, olvidando por completo lo que había ocurrido en todo el día. A veces, Ever creía que la mejor solución era dormirse un día para no despertar nunca más, pero, aún tenía muchas cosas por hacer incluyendo ser la compañía perfecta para su mejor amiga. —Si, al menos supiera que te iban a contratar de mantemiento por lo menos estuvieras barriendo donde trabajo para que vieras todos los días a tu eterno enamorado con la cara sucia—dijo Atenea cuando era la quinta copa de licor que estaba bebiendo. Todo lo contrario, a Ever quién estaba un poco mal por dentro porque la comida de sus padres se había dañado. Sin embargo, se levantó de su asiento para pedir otra ración de comida porque quería sentirse bien para que su amiga no sospechara nada. Se encontró con otro chico en la fila mientras intentaba hacer funcionar su teléfono, sin embargo, ahora tenía la pantalla completamente negra. —Si quieres t
Después de dos horas, Gael estaba a punto de entrar en la cita importante que tenía con el psiquiátrica que lo atendía desde hace mucho tiempo, manteniendo este secreto oculto de los demás. Como siempre, recorro el pasillo donde estaba su oficina, preguntando si alguna vez iba a ver una cura para su enfermedad. Una vez que entró, vio que el doctor estaba revisando su expediente para darle una pequeña noticia, después de que este hombre se sentara al frente de él. —Lamento decirte que debes salir del país para dirigirse a Estados Unidos porque hay unos métodos nuevos que son experimentales para ti ¿Qué te parece? Porque la última decisión la puedes tomar tú—fueron sus palabras claras, sin embargo, Gael no podía aceptar alejarse otra vez de la empresa cuando existía el gran riesgo de que volviera a recaer en su enfermedad. —Lo siento mucho, pero, deberías saber más que nadie lo que ocurrió apenas llegue al país. También otras compañias aquí mismo han estado en la quiebra de form
De los nervios que tenía esta chica, ni siquiera se fijó en lo que debía hacer hasta que se encontró en el pasillo con Stella. —¡Qué estúpida eres! Muévete para el evento porque tenemos mucho trabajo que hacer—apenas Ever escucho eso, Stella la agarró con fuerza en sus manos para llevarla allá porque quería que los demás vieran su fracaso en primera fila. Esta chica se contuvo lo más que pudo porque si decía alguna palabra de lo que había ocurrido antes, todos aquí le iban a hacer la vida imposible. Cuando llegaron detrás del escenario, lo primero que hizo Stella fue soltarla para darle una fuerte cachetada para demostrarle una vez que era una simple empleada que estaba aquí por lastima. —Recuerda tu lugar porque si te vuelves acercar otra vez a Gael, las consecuencias van a peores que esto—mientras que Ever estaba en el suelo, siendo la burla total del resto de los empleados—esto es una lección para cualquiera de ustedes para recuerden su lugar tanto en la empresa como en la vida
Cuando Gael, estaba sentado en su escritorio, por casualidad la vida le estaba pidiendo el reporte de ventas y pérdidas en la tienda donde estaba trabajando Ever. —¿Estás segura de las cifras de estos informes?—enseguida Stella con su cabello recogido, volvió a comprobar que tenía los papeles en su mano, notando que las facturas junto con las gráficas estaban en orden. —Si, todo está correcto. Este CEO estaba sorprendido porque desde que Ever había llegado a esa tienda, estaban pasando cosas extrañas que jamás había visto. A pesar de que había el expediente de esta chica, aún era un misterio grande para su corazón, incluso llevó a pensar que había sido la misma mujer que lo había besado. —Cancela las reuniones que tengo por la tarde. Voy a hacer una visita inesperada—dijo Gael decidido, manteniendo el misterio de sus palabra para sí mismo para mantener sus ojos al frente de la computadora. Está vez, Stella evitó arrugar los papeles por la molestia que estaba sintiendo porque n
Una semana después…Igual que la primera vez que Ever empezó a trabajar aquí, estaba emocionada por dentro porque creía que todo seguía siendo un sueño que nunca iba a terminar. Con el apoyo de sus padres y sus dos mejores amigos, nada le podía faltar excepto ese nombre que estaba en su mente. —¿Oye, te sucede algo? Fue cuando ella, volvió a aterrizar en la realidad porque se había dormido en el hombro del Travis aquí en medio del bus, enseguida se volvió a acomodar evitando por completo la incomodidad que estaba surgiendo entre ellos. —Nada, espero que sea un día normal en el trabajo—quizás para este chico las palabras de Ever no lo estaban convenciendo mucho, sobre todo en la forma en que estaba actuando. Ever respiro un poco y tomó un poco de agua para tranquilizarse hasta que llegaron a la parada de su trabajo. De todas maneras, ella estaba manteniendo su distancia con Travis porque lo menos que quería era tener problemas ahora. A pesar de que estaba en el trabajo que siemp
En la noche, Ever se había reunido con su mejor amiga en el mismo lugar de siempre porque necesitaban desahogarse con ella con lo que había ocurrido en la mañana. Quería desahogar todas sus penas en alcohol y más alcohol porque sus ilusiones acerca del hombre que había admirado desde hace mucho tiempo, había sido tan ciega viendo una parte del disfraz que tenía Gael. Incluso su amiga Atenea apenas se enteró de esto, la había estado acompañado desde que hablaron por teléfono, ella había escapado corriendo de su oficina para consolarla desde temprano. —En serio, ni siquiera sabes todo lo que cree él, parece un idiota que nada más usa su poder para humillar a los demás, pero, no te preocupes, con todo esto se me quitaron las ganas de ir mañana a trabajar—le dijo Ever, un poco borracha con las mejillas sonrojadas a su amiga, quién se había quedado dormida luego de escucharla. Apenas Ever empezó a notar eso, intentó agarrar un poco su cabello porque no le gustaba nada de esto, sin em
Gael por dentro estaba contento porque había descubierto el secreto de su papá, encontrando una manera de chantajear a Ever incluso ahora que se había conocido a su mamá.Porque como siempre la intriga lo estaba matando por dentro. —¿Ever, quién es? ¿Es tu nuevo novio? Porque él último te rompió el corazón de la forma más descarada. Esta chica quería que la tierra la tragara porque estaba pasando la peor pena de su vida, sin embargo, ella noto que Gael igual mantenía su postura rígida mientras estaba escuchando las palabras de esa señora. —Por favor mamá, es mi jefe—le dijo Ever, clavando su mirada en ella cuando su madre tuvo el atrevimiento de acercarse más a ese hombre para conocerlo mejor. —No te preocupes hija, si estás saliendo con él, lo podemos invitar a almorzar—seguía hablando la mamá de Ever—¿Te quieres quedar a almorzar? Porque si eres de esos empresarios que siempre andan ocupados en el trabajo, te puedes ir por la puerta porque odio demasiado ese tipo de personas. A
Al día siguiente, Ever intentaba mantener la calma solamente a pocos minutos de llegar a la empresa, para ser la nueva secretaria de Gael como si tuviera otra opción porque antes hubiera sido un sueño para ella trabajar hasta que conoció como este hombre trataba a sus empleados. Descubriendo por dentro que ni siquiera daba segunda oportunidad a los demás, como si cometer errores fuera lo peor delante de los ojos. —¡Relájate, mantente tranquila!—se decía a ella misma, intentando mantener la calma cuando sus manos estaban sudando un poco, sin embargo, una vez que seguía caminando mantenía su mirada fija ignorando el resto de las demás personas. Más tarde, iba a hablar con ella para poner las cartas sobre la mesa porque Atenea debía ser la primera en enterarse de lo que estaba sucediendo, pero, debido a la conversación que había tenido con sus padres anoche, mínimo esperaba que las cosas salieran bien hoy en la empresa. —Buenas días ¿Hacia dónde crees que vas?—fue una pregunta direct